El acuerdo de cooperación para poner en funcionamiento este innovador concepto de avión que promete elevar la aviación tradicional a otro nivel fue firmado esta semana por la Universidad Tecnológica de Delft, en los Países Bajos, y la aerolínea KLM Royal Dutch.
Nombrado Flying-V, este avión en forma de V ubicaría a los pasajeros en las alas, los tanques de combustible y hasta la bodega de carga, anunció Roelof Vos, líder del poyecto. Se prevé que consuma un 20 por ciento menos de combustible que el Airbus A350, el más avanzado de la actualidad, con la misma capacidad de transporte de pasajeros (314) y de carga.
Flying-V utilizará la infraestructura existente en los aeropuertos, tales como puertas y pistas, sin dificultad y también se adaptará al mismo hangar que el A350, explicó Vos.
El primer vuelo de prueba de un prototipo se realizará en octubre, en el aeropuerto de Schiphol, en esta ciudad, y su entrada en servicio se espera para los años 2040 y 2050.
Sin embargo, hay potenciales problemas que parecen aún no tener solución, como la forma en que se realizará la carga y descarga de pasajeros y equipaje, además de la organización de la alimentación y el servicio de las personas a bordo, señaló el experto.
A ello se suma una barrera que afectaría directamente a los pasajeros, especialmente a los más susceptibles a sufrir náuseas, y es que los aviones actuales mitigan los efectos de los giros en vuelo por poseer la cabina en su eje central, pero si estas se sitúan en las alas, las personas podrían sentir cada pequeño giro como si fuera una vuelta en una montaña rusa, añadió el especialista.