El Jet Alberto Gallardo digno exponente del Rímac tradicional

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Alberto Gallardo Mendoza fue un jugador que a base de esfuerzo, constancia y mucha humildad, logró triunfar en las décadas de los ‘60s y ‘70s y a conquistar el alma bajopontina

Chinchano de nacimiento, emigró por razones familiares a la ciudad de Lima para estudiar en el Colegio Puericultorio Pérez Araníbar, donde comenzó a destacar integrando el equipo de fútbol; principalmente por sus condiciones físicas: 1.80 m de estatura, velocidad y habilidad para utilizar las dos piernas para disparar al arco.

Para el fútbol de aquella época, donde primaba el juego en corto, lento y de hacer goles casi llegando al arco, Alberto realmente fue un futbolista fuera de serie; tenía como características la velocidad, dribling largo, y un disparo fulminante al arco, partiendo de ahí su apelativo de “Jet”.

Gallardo debutó en el equipo recién ascendido Mariscal Castilla (1959), cuando apenas tenía 18 años de edad. Sus buenas actuaciones lo llevaron a integrar la selección del Perú en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960. Sin embargo, cabe mencionar que antes de realizar dicho viaje, la familia Bentín, fundadores del equipo Sporting Cristal, llegaron a un buen acuerdo con Alberto para que formara parte del plantel rimense.

Durante los siguientes años, Alberto Gallardo entraría en la historia del club rimense. En 1961, bajo la conducción del entrenador Juan Honores, el equipo celeste salió campeón nacional. Este equipo campeón lo integraron varios juveniles, entre ellos, además de Alberto: Orlando “Chito” La Torre, “El Doctor” Eloy Campos, Roberto Elías, Alberto “Cachito” Ramírez (el primer “Cachito” del fútbol peruano), y José del Castillo. En este torneo que Alberto salió goleador máximo, con un total de 18 anotaciones.

Con miras al campeonato nacional del año 1962, en una especie de pretemporada, Sporting Cristal realizó una gira alrededor del mundo donde disputaron partidos con equipos de África, Europa, Norteamérica y Asia; asimismo, con las selecciones de Corea del Sur y Singapur. Esta gira fue todo un suceso en el fútbol peruano, en la cual Alberto Gallardo consiguió anotar 37 goles en 30 partidos.

Por su gran rendimiento, Alberto fue convocado al seleccionado peruano para el sudamericano de 1963, donde fue el goleador del equipo con 4 tantos. Posteriormente, en el campeonato local de mismo año, continuó su racha de anotador marcando 10 goles en 13 partidos.

Como resultado de su desempeño, empresarios del fútbol europeo comenzaron a interesarse en él, y es así como llega al AC Milán -campeón de la Copa de Campeones de Europa 1962-63- en donde alternó con jugadores de la talla de Cesare Maldini y Gianni Rivera. Lamentablemente, no tuvo la continuidad y en 1964 fue prestado al Cagliari, también club italiano, donde si le dieron la ocasión de mostrar su fútbol, jugando hasta mediados del año 1966.

Es en el equipo de Brasil, Palmeiras, donde se consagra internacionalmente, siendo campeón paulista el mismo año que llega (1966). El año siguiente logró salir campeón en los en los dos torneos (local y nacional) del fútbol brasileño.

Ya de regreso al Perú, juega la Copa Libertadores de 1968 donde tuvo un buen rendimiento, marcando cinco goles. Este mismo año salió campeón y máximo anotador con el Sporting Cristal, convirtiéndose definitivamente en ídolo bajopontino. La novedad en su desempeño bajo la dirección de Didí fue el haber logrado aprender a patear con curva (“hoja seca”).

En el campeonato de 1970, Alberto Gallardo salió nuevamente campeón nacional, anotando un total de 17 goles.

Como anécdota en la vida deportiva de Alberto, comparto lo que sucedió en la Copa Libertadores de 1971. Durante el partido contra Boca Juniors -jugado en su estadio la Bombonera- disputando el balón, Alberto le dejó accidentalmente la pierna en alto al jugador argentino Rubén Suñé produciéndole un corte en la cara. Se armó tal bronca, prácticamente una batalla campal, donde se ve en una escena a los jugadores argentinos acorralando a Gallardo para golpearlo mientras Gallardo había cogido el banderín del córner para defenderse. El que salió mal parado fue Eloy Campos, quien sufrió una conmoción cerebral debido a dos patadas de un jugador argentino. En dicha pelea, Orlando “Chito” La Torre se batió con tres argentinos. Finalmente, todos los jugadores boquenses fueron sancionados en su país, mientras los cerveceros al llegar a Lima, donde recibieron la ovación de la gente.

Fuente: facebook.com/Foto: libero.pe