Algunas relaciones tormentosas entre famosos artistas y escritores

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Aunque los artistas son reconocidos por su obra y talento, a menudo son sus vidas, tan fascinantes como turbulentas, las que llaman nuestra atención y hacen que su trabajo y legado sean inolvidables.

Infidelidades, celos, adicciones e incluso asesinatos dejaron su huella en las relaciones amorosas de algunos de los más destacados artistas plásticos y escritores del último siglo. Recordamos algunas de ellas.

Diego Rivera y Frida Kahlo

Dos de los artistas más destacados de México tuvieron una difícil relación. Eran el tipo de pareja que no podía vivir ni junta ni separada. Se casaron en 1929, para divorciarse en 1940 y volver a casarse en 1941.

Las infidelidades de ambos eran constantes en la relación. El polìtico Leon Trotski y la cantante Chavela Vargas fueron algunos de los intereses románticos de Frida. Por su parte, se dice que Diego sostuvo un romance con la hermana de Frida, Cristina, con la actriz María Félix, entre otras mujeres de la sociedad mexicana.

Se dice que alguna vez Frida declaró “He sufrido dos graves accidentes en mi vida: Uno en el que me arroyó un tranvía… el otro fue Diego”.

Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir

Dos de los escritores más importantes del último siglo se trataron de usted durante 50 años y nunca vivieron juntos. Su relación era abierta: ambos tenían romances con múltiples compañeros.

Mientras estaba involucrado con Beauvoir, Sartre mantuvo una relación con Olga Kosakiewicz, una alumna suya, quien años después se casó con Jacques–Henri Bost, amante de Beauvoir.


Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir entrevistan a Ernesto Che Guevara.
Beauvoir se sintió traicionada cuando Sarte eligió a Arlette Elkaïm (quien fue su amante y a la que posteriormente adoptó como su hija) como su única heredera. Pero aun cuando esta relación se convirtió en símbolo del amor libre durante los 60, Beauvoir se sintió traicionada cuando Sarte eligió a Arlette Elkaïm (quien fue su amante y a la que posteriormente adoptó como su hija) como su única heredera.

Oscar Wilde y Lord Alfred Douglas

Ambos escritores se conocieron en 1891. Douglas pertenecía a la nobleza escocesa. Cuando su padre, el marqués de Queensberry, se enteró de la relación, le escribió a Wilde una carta que decía “Para Oscar Wilde, aquel que presume de sodomita”.

Lord Alfred animó a Wilde a enfrentar a su padre, así que el segundo denunció al marqués por difamación e injurias.



Wilde fue encarcelado por “grave indecencia” (eufemismo de la época para referirse a la homosexualidad) y estuvo dos años en prisión. Durante su estancia en la cárcel escribió una carta a Lord Alfred llamada De profundis.

Al salir de la cárcel, vivió algunos meses con Lord Alfred en Nápoles, pero tuvieron que separarse por la presión de sus familias. Wilde falleció solo en París en 1900.

Juan Carlos Onetti e Idea Vilariño

El escritor y la poetisa, ambos uruguayos, fueron amantes durante gran parte de su vida. Se conocieron en los 50 y tuvieron una relación cargada de constantes rupturas y reconciliaciones.
En 1953 Onetti se separó de su primera esposa, pero no para estar con Idea, sino para casarse con Dorotea Muhr, una mujer que su propia ex le había presentado.
“Es el último hombre de quien debí enamorarme porque éramos lo más imposible de ligar que había. Nunca entendió el ABC de mi vida, nunca me entendió como ser humano, como persona. Y así teníamos nuestros grandes desencuentros”, declaró ella alguna vez.

William Burroughs y Joan Vollmer  

Ambos eran adictos a las drogas cuando se conocieron: él a la heroína, y ella a la bencedrina, un tipo de anfetamina.

El autor vivía en Texas y huyó a México junto a Vollmer, pues era buscado por la policía estadounidense por posesión de drogas.  Una noche, Burroughs se encontraba ebrio y le dijo a ella “Es el momento para nuestro acto Guillermo Tell” y puso un vaso en su cabeza.

Disparó bajo y la bala impactó a Vollmer en la cabeza, matándola casi inmediatamente. Varios testigos fueron sobornados para que declararan que el arma se activó por accidente.

Burroughs declaró en varias ocasiones que este acontecimiento marcó para siempre su carrera literaria y fue la razón por la que se convirtió en escritor.

 Pablo Picasso y Dora Maar

Cuando se conocieron en un café de París en 1936, ella tenía 29 años y él 55. Ella acababa de terminar relaciones tormentosas con el filósofo Georges Bataille y con el actor Louis Chavance. Él seguía casado con la rusa Olga Khokhlova pero vivía con la sueca Marie-Thérèse Walter.

Su relación duró seis años, durante los cuales Picasso pintó su obra más famosa: el Guernica. Maar, quien fue la musa de varias de sus pinturas, fue psicoanalizada por el reconocido psiquiatra Jacques Lacan. Sufría de drásticos altibajos emocionales.Se dice que, aunque hubo muchas mujeres en la vida del artista español, con ninguna otra alcanzó la misma cercanía intelectual como con Maar.Picasso dejó a Maar para empezar una relación Françoise Gilot. Después del fin de su relación, Maar se distanció del mundo artístico y poco se supo de ella. Murió sola, a los 90 años, en 1997.

Fuente: fucsia.co