Argentina: Fiscalía imputa a exfuncionario del Gobierno Macri por lavado dinero

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BUENOS AIRES (Argentina).-  La Fiscalía argentina imputó este viernes por presunto lavado de dinero a Rodrigo Sbarra, funcionario durante el anterior Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019), en cuyo despacho hallaron un sobre con 10,000 dólares, informó la agencia estatal de noticias Télam.

Según fuentes judiciales citadas por la agencia, el fiscal federal Gerardo Pollicita acusó a Sbarra de poner en circulación un dinero “cuya procedencia no fue justificada ni legalmente declarada” a través de la compraventa de un inmueble en el Nordelta, ubicado en el norte del cinturón urbano bonaerense, cuyo coste ascendía a 186,086 dólares.

Dicha operación inmobiliaria se auspició, según la investigación, a través de la firma Consultatio S.A. entre el 13 de abril del 2016 y el 17 del mismo mes del 2019, justo mientras Sbarra ejercía como secretario de Coordinación del Ministerio de Producción y Trabajo durante la gestión de Macri.

Del monto total de la operación, Sbarra supuestamente adelantó 70,000 dólares en un primer pago y luego se comprometió a pagar cuotas de 3,300 dólares mensuales cada una hasta abril del 2019.

En ese sentido, el fiscal pidió al juez a cargo de la investigación Julián Ercolini el levantamiento del secreto fiscal y bancario del acusado, además de solicitar a la Oficina Anticorrupción las declaraciones juradas de Sbarra para comprobar si estaba o no declarada esta adquisición.

Esta imputación se produce apenas una semana después de que los abogados del nuevo Ministerio de Desarrollo Productivo, a cargo del economista Matías Kulfas, denunciaran el hallazgo de 10,000 dólares en un despacho del antiguo Ministerio de Producción.

Además del dinero, en el cajón se hallaron varios documentos, entre ellos un papel con anotaciones y una dirección de correo electrónico ligada al Nordelta, cuya responsable fue citada a declarar por el fiscal.

El despacho contaba con unas inusuales medidas de seguridad, puesto que se accedía con una huella digital tras atravesar dos puertas, estaba vigilado por cámaras de seguridad y contaba con un timbre para quienes no tuvieran acceso directo.