Arqueólogos japoneses y peruanos reanudan excavaciones en Kotosh

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Un grupo de arqueólogos japoneses y peruanos reanudó las excavaciones en el complejo arqueológico de Kotosh, situado en los Andes centrales del país, tras varias décadas sin realizarse nuevas exploraciones en el lugar, anunció hoy el Gobierno Regional de Huánuco en un comunicado.

El equipo está liderado por el arqueólogo peruano César Sara y los japoneses Elisei Tsurumi, de la Universidad de Tokio, y Yoshio Onuki, miembro del grupo nipón encabezado por del investigador Seichi Izumi que realizó excavaciones en Kotosh durante los años 60.

Sara explicó que los trabajos de excavación se realizan en el área de reserva del complejo arqueológico y concluirán en septiembre, cuando los arqueólogos vuelvan a enterrar los restos descubiertos para garantizar su conservación hasta que se tenga un proyecto de recuperación de la zona.

El especialista señaló que la investigación se encuentra en la etapa de campo y añadió que posteriormente procesarán toda la información recuperada de la excavación como planos y dibujos para enviar un informe al Ministerio de Cultura.

El director regional de Cultura de Huánuco, Carlos Ortega y Obregón, indicó que las exploraciones en Kotosh tienen el apoyo del Gobierno japonés.

Ortega y Obregón recordaron que existe un proyecto denominado “Recuperación de la Zona Arqueológica Monumental de Kotosh, Sector VI” que se encuentra a nivel de expediente, y que contempla la excavación de 25,000 metros cuadrados.

KOTOSH

El gobernador regional de Huánuco, Rubén Alva, manifestó su disposición a facilitar la aprobación de ese proyecto y brindar apoyo logístico.

El complejo arqueológico de Kotosh, descubierto en 1930 a unos 4 kilómetros de la ciudad de Huánuco, capital de la región homónima, fue construido alrededor del año 1.800 a.C. y es reconocido por el Templo de las Manos Cruzadas, que alberga sendos altorrelieves de dos brazos en cruz hallados por el equipo de Izumi.

En el momento de su hallazgo, Kotosh fue considerado por los investigadores como uno de los templos más antiguos de América, hasta el descubrimiento de otros centros arqueológicos como Caral, en el norte de Lima, que ha sido datado en unos 5.000 años de antigüedad.