Bolivia: Exdictador quiere cumplir resto de condena en hospital militar

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LA PAZ.- La defensa del exdictador boliviano Luis García Meza (1980-1981) tramita la posibilidad de que el exmilitar termine de cumplir en un hospital su condena de 30 años sin derecho a indulto por los delitos durante su régimen, informó hoy su abogado, Frank Campero.

En declaraciones a la radio Compañera, el jurista explicó que presentaron un “incidente de libertad condicional” para que García Meza, afectado por problemas cardíacos, cumpla el resto de su sentencia en el hospital del seguro militar en La Paz.

La solicitud se sustenta en la Ley de Ejecución Penal que establece que todo privado de libertad que haya cumplido dos terceras partes de su condena puede concluirla “en otras condiciones”, según Campero.

García Meza, extraditado a Bolivia por la justicia brasileña en marzo de 1995, fue sentenciado a 30 años de cárcel sin derecho a indulto por delitos cometidos durante su dictadura, durante la que murieron y desaparecieron varios dirigentes de izquierda, entre ellos el socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz.

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En marzo pasado, García Meza cumplió 21 años sin libertad y antes de ser extraditado, estuvo recluido durante un año en una prisión de Brasil, por lo que puede acogerse a lo establecido en la Ley de Ejecución Penal, sostuvo el abogado Campero.

“No estamos pidiendo que quede libre y que se le perdone el resto de la condena. Al contrario, estamos asegurando por su estado delicado de salud que siga cumpliendo esa condena”, justificó.

Campero afirmó que Chonchocoro, el penal situado en el Altiplano de La Paz en el que el exdictador debe cumplir su pena, no ha garantizado su “supervivencia”, ya que carece de personal médico y condiciones para tratar la enfermedad que padece.

Los familiares de las víctimas de las dictaduras han expresado su preocupación ante la posibilidad de que García Meza pueda cumplir el resto de su sentencia fuera de la prisión y aseguraron que el exdictador pasó una gran parte de la condena en el hospital.

“Por dignidad, Bolivia tiene que hacer que se cumpla esta sentencia y no retroceder en el campo de los derechos humanos”, dijo la activista por los derechos humanos Olga Flores, cuyo hermano Juan Carlos desapareció en 1980 en el régimen de García Meza.