Brasil: Temer empieza gestión bajo acusaciones de corrupción

shadow

 

RÍO DE JANEIRO.- El presidente interino de Brasil, Michel Temer, empieza su gestión  envuelto y acusado en el escándalo de la petrolera estatal Petrobras por desvío de fondos, pero a diferencia de otros políticos, aún no se abrió investigación en su contra.

Semanas antes el tambièn  líder del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) rompió su alianza con el Partido de los Trabajadores (PT) y se distanció del gobierno para unirse a la oposición  en medio de una profunda crisis política y económica.

Temer fue mencionado por diversos delatores en el marco del escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras. No obstante la Fiscalía evitó iniciar una investigación en su contra, como sí lo hizo contra decenas de funcionarios.

temer-dilma-sonrien800

Hasta hace unas semanas, el vicepresidente Michel Temer era aliado de la mandataria Dilma Rousseff, de quien se distanció y ahora reemplaza interinamente.

El ahora presidente interino de Brasil fue condenado este mes por una corte electoral de San Pablo por pasar el límite de donaciones electorales,  acusación podría impedirle presentarse como candidato en las elecciones de 2018, pero no lo imposibilita para ejercer el gobierno hasta esa fecha, consigna la cadena britanica BBC Mundo

Aunque todavía falta mucho para los próximos comicios, el líder del PMDB, quien no goza de una buena imagen popular, aseguró en reiteradas ocasiones que no pretende presentarse en el 2018 como candidato presidencial.

El mayor tribunal electoral del país, en cambio, estudia denuncias que exigen anular el mandato de Rousseff y Temer, alegando que ambos recibieron dinero desviado de Petrobras para su campaña del 2014.

Si el tribunal llegara a fallar a favor de esas denuncias este año, se convocarían elecciones anticipadas.

Temer sabe que tendrá una dura oposición. Pero esa oposición se verá mayormente reflejada en la sociedad. Según la última encuesta, el ahora presidente interino sería votado por apenas un dos por ciento de los brasileños.

Mientras tanto tres de cada cinco quieren que sea sometido a un juicio político, al igual que Rousseff. (ECHA – Agencias)