Brasileños eligen alcaldes con calma y precavidos contra la pandemia

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SAO PAULO.- Los brasileños acuden a las urnas este domingo para renovar a los alcaldes y concejales de 5.569 ciudades del país, en un proceso que a media jornada transcurría casi sin incidentes y bajo estrictas medidas de seguridad por la covid-19.

En todo el país, están convocados casi 148 millones de electores que, de acuerdo con la Justicia electoral, en general han respetado el rígido protocolo sanitario impuesto por la pandemia de coronavirus, que en Brasil ya deja unos 165.000 muertos y 5,8 millones de casos.

Las mascarillas y el alcohol estuvieron entre las imágenes de un proceso que estaba previsto para octubre pasado y fue postergado precisamente por la elevada incidencia de la pandemia, que si bien ha cedido, se mantiene alta, hasta en medio de temores de que pueda comenzar una segunda ola cuando aún no se ha superado la primera.

El voto es obligatorio, automatizado y se ejerce mediante urnas electrónicas que han sido distribuidas en todo el país y que, según el Tribunal Superior Electoral (TSE), han funcionado casi a la perfección durante la primera mitad de la jornada.

VOTAR EN RINCONES INACCESIBLES DE LA AMAZONÍA

Según el TSE, cuando el proceso llegaba a su ecuador, solamente habían sido sustituidas por problemas técnicos apenas 923 de las casi 500.000 urnas instaladas en 5.569 municipios, incluso algunos situados en los más remotos rincones de la Amazonía.

Así sucedió en el estado de Amazonas, donde las urnas llegaron a áreas de difícil acceso como la comunidad del Catalao. Allí se encuentran una centena de casas flotantes, en la confluencia de los ríos Negro y Solimoes. Sus habitantes ejercieron el derecho a voto en pequeñas embarcaciones.

Los colegios electorales cerrarán en casi todo el país a partir de las 17.00 hora local (20.00 GMT), salvo en algunos estados de la Amazonía y el norte que tiene un huso diferente. En ese momento podrán ser difundidos los sondeos a boca de urna, en tanto que los resultados oficiales consolidados se esperan para esta misma noche.

Las autoridades también informaron que, después de las primeras cuatro horas de la jornada electoral, unas 70 personas habían sido detenidas en forma temporal, en su mayoría por hacer propaganda en favor de algún candidato frente a los centros de votación, lo cual está estrictamente vedado por las leyes.

BOLSONARO VOTA EN SILENCIO, CRITICADO POR LULA Y CARDOSO

El presidente Jair Bolsonaro acudió a votar en Río de Janeiro, donde tiene su residencia particular, y lo hizo en una base militar sin dar declaraciones a los periodistas.

En Río de Janeiro, el mandatario apoya claramente los intentos de reelección del actual alcalde, Marcelo Crivella, ultraconservador y obispo de una influyente iglesia evangelista que, sin embargo, tiene las cosas difíciles en estas elecciones.

También se presume que votó por su hijo Carlos, quien intenta renovar el mandato de concejal que tiene en la Cámara Municipal de Río.

Las encuestas en esa ciudad apuntan como favorito al candidato de centroderecha Eduardo Paes, con cerca del 40 % de las intenciones de voto, frente al 16 % que se le atribuye a Crivella, quien aún así puja por llegar a una segunda vuelta si su adversario no supera el 50 %.

En Sao Paulo, que tiene el mayor censo electoral, con casi nueve millones de votantes, los sondeos tampoco favorecen al bolsonarismo y dan como favorito al actual alcalde, Bruno Covas, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB, centroderecha).

Covas acudió a votar junto al expresidente Fernando Henrique Cardoso, quien gobernó entre 1995 y 2002 y es una referencia histórica del PSDB, que en estas elecciones intenta recuperar parte del terreno que perdió en 2018, cuando llegó al poder el movimiento de ultraderecha encabezado por Bolsonaro.

Cardoso, de 89 años, aprovechó la oportunidad para reiterar sus críticas al Gobierno de Bolsonaro, en el cual aseguró que existe “un cierto descontrol” y “una arrogancia” en relación a temas sensibles, como la pandemia y la protección del medioambiente.

“Hay que ver cómo está el pueblo. No olvidar que la situación es muy difícil y entender que no nos podemos engañar”, declaró Cardoso, quien ensalzó la figura de Covas, un político de 40 años en quienes muchos ven el rostro de la renovación que necesita el PSDB.

Así como lo hizo Cardoso, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva también rompió el aislamiento que la pandemia recomendado a los mayores de 60 años y acudió a votar en la localidad paulista de Sao Bernardo do Campo.

Lula, de 75 años, fundador y líder incontestable del Partido de los Trabajadores (PT), también arremetió contra Bolsonaro después de votar y aseguró que el Gobierno del ultraderechista “posiblemente es el mayor desastre político de la historia de este país”.

También aseguró que el PT, rechazado en las últimas elecciones por los votantes, saldrá “fortalecido” de este proceso municipal, pese a que las encuestas apuntan a una mayoritaria victoria de candidatos de centro, distantes del conservadurismo de Bolsonaro y de la izquierda que tiene en Lula a su principal referente. EFE