Chespirito: Emotiva misa pública y el recuerdo de sus familiares
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Roberto Gómez Bolaños, el querido Chespirito, fue amado tanto por su público como por su familia. Su viuda, la actriz Florinda Meza (Doña Florinda en El Chavo del 8), organizó una multitudinaria misa pública en el Panteón Francés de la Ciudad de México para honrar la memoria del cómico que falleció hace un año.

Congregando a un centenar de personas, donde muchos eran seguidores de Chespirito y su gran repertorio de personajes (El Chavo del 8, Chapulín Colorado, el Doctor Chapatín, etc.) e incluso gente de otros países que recordó a Roberto Gómez Bolaños con demostraciones de nostalgia y emoción.

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Florinda Meza dio un breve mensaje al final de la ceremonia: “Roberto vivió para la gente, amaba a la gente. A todos, por eso siempre tenía una amable sonrisa y un saludo amable. Era una persona muy sencilla, humilde y lejana a la soberbia. Él quería hacer feliz a la gente”.

Entre los asistentes a la misa en memoria de Roberto Gómez Bolaños estuvo un chico brasilero con una bandera que no pudo contener las lágrimas. Otro de los presentes, Lucas Di Giuseppe (de Argentina), declaró: “Pasé toda la infancia viendo El Chavo y era un buen momento para recordarlo. Fue mi infancia, una etapa de mi vida, hoy se mezcla la remembranza con los sentimientos”.

Una mujer llegó al extremo de abalanzarse sobre una cruz que había en el altar que habían improvisado para Chespirito, rompiendo la figura. Mejor estuvieron los varios presentes que se disfrazaron como el Chavo del 8 para honrar a su ídolo.

El sacerdote se declaró fan de Roberto Gómez Bolaños e indicó “siempre fue una gran inspiración porque tenía una sabiduría popular que llegaba el corazón”.

Por otro lado, los hijos de Roberto Gómez Bolaños y su fallecida primera esposa Graciela Fernández decidieron recordar a su progenitor en privado, publicando algunos posts y tuits en memoria de Chespirito. Los amigos de la “vecindad” tampoco se hicieron presentes en la misa, María Antonieta de Las Nieves había adelantado que no asistiría a la misa, pues nadie la había invitado.

 

 

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