Chile: Condenan suboficial que mató a prisionero en el estadio Nacional

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SANTIAGO DE CHILE.- Un juez chileno condenó a cinco años de libertad vigilada a un exsuboficial del Ejército que en octubre de 1973 mató de un tiro a un prisionero político en el estadio Nacional de Santiago, informaron hoy fuentes judiciales.

En el fallo, el juez especial Mario Carroza condenó al exsuboficial Luis Oyarzo Oyarzo y por no haberse comprobado su participación absolvió a un segundo acusado, el exoficial Reinel Bocaz Rocha, en el juicio por el homicidio de Óscar Delgado Marín, cometido el 5 de octubre de 1973.

El crimen ocurrió cuando el principal recinto deportivo de Chile era utilizado como campo de concentración, torturas y exterminio de simpatizantes del gobierno de Salvador Allende, derrocado el 11 de septiembre de aquel año en un golpe militar encabezado por Augusto Pinochet.

Óscar Delgado Marín tenía 30 años, militaba en el Partido Socialista y había pertenecido al equipo de seguridad del fallecido presidente Salvador Allende, integrado por jóvenes voluntarios pertenecientes a partidos de izquierda, cuando su familia perdió contacto con él, el 18 de septiembre de 1973.

La familia pasó varias semanas tratando de averiguar su paradero, hasta que, mediante un certificado emitido por el Servicio Médico Legal (SML), se enteró de que había sido asesinado el 5 de octubre en el estadio Nacional.

En el fallo, el juez Carroza recuerda que tras el golpe de Pinochet “se habilita el estadio Nacional como campo de prisioneros del gobierno militar, y a él se traslada a detenidos de todas las zonas de Santiago, por diversas circunstancias, para interrogarles bajo tormentos y suministrarle un trato deshumanizado”.

El día de los hechos, Delgado Marín había sido interrogado en el velódromo del estadio cuando el subteniente Bocaz Rocha ordenó al suboficial Oyarzo llevarlo de vuelta al sector de vestuarios, usados como dormitorio de los presos.

En el trayecto, Oyarzo le dispara al prisionero en la espalda, causándole una muerte instantánea, señala el fallo judicial.

El cuerpo de la víctima fue sepultado en el Patio 29 del Cementerio General de Santiago, al igual que otros centenares de opositores, que yacieron en tumbas marcadas “NN” hasta después que Chile recuperó la democracia, en 1990.

Durante la dictadura de Pinochet, según datos oficiales, unas 3.200 personas murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos.

EFE