BOGOTÁ (Colombia).- El Ministerio del Interior de Colombia informó hoy que ha recibido de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos un reporte que contiene denuncias de 41 homicidios, de los que se ha confirmado que 14 corresponden a defensores de DDHH y otros 10 están en proceso de verificación.
“Se han recepcionado 41 denuncias de homicidios, de los cuales 14 han sido sobre defensores de DDHH y 10 casos más están en proceso de verificación para establecer si se trataba o no de defensores de derechos humanos”, reza un comunicado del Ministerio del Interior sobre el reporte recibido por esa entidad de la ONU.
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad al Hussein, denunció hoy en Ginebra que al menos 41 activistas han sido asesinados en Colombia este año, lo que evidencia un agravamiento de este fenómeno con respecto a los últimos años.
Esos ataques parecen concentrarse en áreas abandonadas por las FARC como consecuencia del acuerdo de paz, reveló Zeid, en una rueda de prensa en la que hizo un repaso de las situaciones más preocupantes de derechos humanos en el mundo.
En este sentido, el Gobierno colombiano destacó en su comunicado que considera que la construcción de una paz estable y duradera “demanda amplias garantías para la labor de los defensores de derechos humanos, en especial para que su vida e integridad sean preservadas”.
Por ello, indicaron que trabajan en conjunto el Ministerio de la Defensa, la Fiscalía General, la Policía Nacional, las Fuerzas Militares, la Defensoría del Pueblo, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y las propias organizaciones defensoras de derechos humanos en el “diseño y puesta en marcha de acciones de protección” de los activistas.
Asimismo, trabajan para conseguir la judicialización de los responsables de agresiones contra estos.
“Al Gobierno le preocupa toda acción violenta contra estos líderes y no ahorrará esfuerzos para brindarles protección y combatir a las organizaciones criminales que atenten contra ellos”, concluye el comunicado.
NdR: La foto corresponde a un gran mural de 30 metros cuadrados, pintado cerca de una de las principales arterias viales de Bogotá, denuncia el asesinato de líderes sociales en Colombia y muestra el número de víctimas -31 personas- que han fallecido, hasta el momento, de forma violenta el 2017. El grafiti es “un aviso, una advertencia, una llamada de atención para que el Estado ponga más atención en este tipo de asesinatos”, justifica así el trabajo, en declaraciones a Efe, Andrés Montoya, miembro del colectivo Toxicómano Callejero, autor de la pintura y reconocido artista urbano. EFE/Juan Carlos Gomi