A propósito de Charlie Sheen: La lucha contra el Sida

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Hoy conocer que uno tiene VIH no es como se dijo hace unos años, motivo para irte directo a la funeraria y empezar a abonar los pagos. Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del 2013 dan alentadoras señales que se está avanzando seriamente en el camino de frenar los estragos del llamado Síndrome de Inmune Deficiencia Adquirida (SIDA). El tema vuelve a estar en el candelero debido a la revelación del actor Charlie Sheen sobre su diagnóstico de VIH positivo.

Antes que nada es bueno aclarar que el intérprete del mujeriego Charlie Harper de Two and a Half Men, Charlie Sheen (cuya vida se parece bastante a los escándalos de su personaje), no está condenado a muerte. Él es portador de VIH, lo cual no se considera enfermo de SIDA. La enfermedad puede manifestársele recién años después, o ser controlada del todo. Eso sí, es contagioso y puede infectar a otras personas de Sida.

Por ello, muchos de los titulares en estos días dan inconscientemente una información sesgada. Charlie Sheen no tiene Sida, es portador de VIH positivo. En estos casos la responsabilidad de Sheen y demás portadores es no contagiar a otros seres humanos, algo que tristemente muchos de los infectados no son conscientes ni responsables. Otro motivo más para siempre usar preservativos.

También quiero referirme a la “otra cara de la moneda”. En las estadísticas de la OMS, mientras en muchos países se han reducido notoriamente los casos de Sida, en el continente africano (donde la pobreza, la gran cantidad de abusos sexuales y uso de jeringas infectadas son comunes) las cifras siguen siendo de gran alarma.

En países como Botswana, Ghana, Haití, Liberia, Mozambique, Namibia, Rwanda, Sierra Leona, Sudáfrica, Swazilandia, Togo, Zambia y Zimbabwe el peligro es latente, a pesar del esfuerzo de diferentes entidades médicas y donativos privados y públicos. No es una batalla ganada, aún falta mucho por bregar.

No es la “peste rosa”

Hace mucho que este terrible apelativo que se usó como vínculo del VIH y de los brotes entre pacientes homosexuales ya cayó en el tacho de basura. Hoy la realidad marca que es un flagelo global que ataca a todos. Sin embargo, esta columna quiere ser un tributo a todos aquellos que tuvieron que morir para que las autoridades decidieran que era un problema de vital importancia.

Soy un amante del sétimo arte y siempre prefiero ejemplificar con películas. Ambas son de los últimos años, El club de los desahuciados (2013) y The Normal Heart (2014). El primer filme, nominado al Óscar, nos muestra al actor Matthew McConaughey como un enfermo de Sida que decide luchar al punto de introducir a los Estados Unidos medicamentos contra la enfermedad que eran vedados por la burocracia norteamericana.

https://www.youtube.com/watch?v=H4oZW0Us2Mw

Mientras The Normal Heart, película para la televisión de la cadena HBO, se concentra en las luchas contra la maquinaria política de Nueva York (el mayor foco infeccioso de Sida de los EEUU en los 80) por generar reales acciones contra la enfermedad, es una carrera contra el tiempo y la intolerancia. Los comprometidos en esta batalla son un grupo de homosexuales que se ven reducidos por las mortales consecuencias.

https://www.youtube.com/watch?v=6hQYEfSgOCg

Una enfermedad que no es culpa de nadie, por más que se haya intentado usar de chivo expiatorio a la comunidad gay. Hoy por ejemplo sorprende en el caso de un mujeriego empedernido como Charlie Sheen, al que sin duda muchos aspirantes a “machos latinos” veían como un ejemplo a seguir. En todo caso, esperemos que el futuro del actor lo devuelva a tiempos más felices, donde se le reconocía por sus performances y no por los escándalos.

 

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