(ATT).- La quisi cosa del poder

 

Desde que el viejo Sigmund, inventó la perigalla del psicoanálisis y luego Marx, Engels y Lenin, pusieron a punto el “Materialismo Dialéctico”, al pobre ser humano, no le ha quedado más recurso en su abandono espiritual, que anhelar el Poder, vacilarse de vez en cuando con el sexo, además de arrancharse el billete apelando al método que la vida le ponga más a mano. La trafa politiquera es uno de ellos.

Y por más que ciertos “ideólogos” de cafetín arruguen el ceño, lo que viene ocurriendo en todo el (perro) mundo y  especialmente, en nuestro amado country, pone en cancha, lo que llegó a afirmar el gaucho José Ingenieros, antes de volarse la mitra de un trentaiochazo, justito al cumplir la cuarentena.

A saber: “Donde hay vida, hay lucha por la vida. Y donde fracasan los medios lícitos, se imponen los fraudulentos”-guárdame esa flor.

Y entonces pues, cuando un feligrés -del peso o pelaje que sea- alcanza a convertirse en Alcalde, Gobernador, o sencillamente Otorongo nomás, siente que se le han abierto las portaviandas del cielito lindo y que si no agarra ahora, ya para mañana será tarde, como dijo Don Potencio, cuando la chinita de enfrente le pegó una guiñadita de ojal.

Si, mi estimado. Aquicito nomás, estamos cansados de ver a ex presis que no trabajaron en jamás de los jamases y hoy son millonariotes con limousine blindada, tres chelfas a la orden y un  rumboso “Casaretto” en el Paris de los bacanes. Y ¿De dónde michi? Bueno, eso ya lo explicó, Don Richi en su famosa copla: “Sacristán que tiene vela/ y no tiene cerería/ ¿De dónde pecatta mea /…Si no es de la Sacristía?

-Claro que debe haber políticos honestos, como la ñorsa Chantamayo, que guardando bajo la alfombra su pasado “apretador”, ahora quiere moralizar al periodismo en pleno.

Bueno pues, por eso, está donde está y estará donde le corresponda, dentro de muy poco.

Pero hay una anécdota que pinta  full color, la filosofía sacarosa  que rige a  la mayoría de políticos.

El cuentiche se refiere al ex dictador venezolano (no al actual), Juan Vicente Gómez, que gobernó con puño de hierro a Venezuela, durante 27 años. Y dice así: Una mañana, el ayayero mayor de Palacio, léase, edecán- se presenta en el Presidencial Despacho se cuadra y dice: “Excelencia: En la guardia, hay un campesino, que –con el mayor respeto- afirma ser compadre de Su Excelencia y solicita ser recibido. Responde al nombre de Jacinto Pérez Ayala y…- “Y no se diga más”,- bramó el hombre fuerte.- Claro que es mi compadre y mi paisano de Zula. Hágalo pasar de inmediato…”

-Una vez a solas, el poderoso mandón pregunta a su inesperado visitante por su actual situación, sólo para enterarse de pellejería y media, que pasa su compadre. De manera que le dice:” Eso no puede ser” y sobre el huayco grita; ¡Edecán, desde este momento, mi compadre queda nombrado Inspector de Aduanas. Servido compadre, vaya usted a constituirse en su puesto”.

-Pero no acabó ahí el cuento. Al cierre de año, el favorecido, aparece ante el Presi para dar cuenta de su ejercicio. Y le informa de la restricción del contrabando, las multas, decomisos y esas cosas propias del oficio.-“Pero ¿Y usted, compadre?”- pregunta el poderoso chasqueando los dedos significativamente.

-¿Yo?-responde el preguntado-“tan pobre como antes, pero satisfecho de haber cumplido mi deber…”-Ante tal respuesta, Don Juan Vicente, poniendo el grito en el techo exclamó: “¡Edecán… dele a mi compadre el número premiado con la lotería mayor que juega el sábado próximo… y despídalo con un patadón en el guardafango… para que aprenda a ser político!”…

-¿Qué les parece?… ¡Hasta la próxima!

 

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