Bascuñán se puso la camiseta del Scratch

 

La selección peruana hizo su tarea para ganarle a Brasil pero no contaba que Brasil, sin necesitarlo, tuvo la ayuda descarada del árbitro chileno Julio Bascuñán.

Brasil como pentacampeón mundial, que lo acredita como una de las mejores selecciones del mundo, no necesita la ayuda del árbitro para imponer su poderío del primer mundo futbolístico.

Julio Bascuñán encontró el mejor escenario para hacerse notar en el mundillo futbolístico y nada mejor que con el inmundo arbitraje que hizo se ganó el cariño de Neymar y el Scratch.

Bascuñán encargado de imponer justicia, hizo todo lo contrario. Expulsó a Carlos Zambrano con merecida autoridad por el codazo a Neymar pero miró a un costado cuando Richarlison repitió la misma falta contra Miguel Trauco que con el rostro ensangrentado no tuvo el mismo trato.

Es así que el equipo de Ricardo Gareca empieza la eliminatoria sudamericana con un deliberado intento de impedir que no clasifique a Qatar 2022. Bascuñán ya avisó lo que se viene más adelante.

La selección peruana no tiene peso a nivel internacional y es probable que de nadie tendrá apoyo en este robo con un árbitro pedigüeño que busca hacerse de un nombre a costa del adversario más débil.

Esto de los árbitros mañosos ya lo hemos sufrido en el pasado con Sergio Chechelev, un rollizo árbitro naturalizado venezolano, que tuvo partida para que Perú no llegue al Mundial de México 70.

Didí y sus muchachos le dieron la contra a este árbitro que expulsó a Ramón Mifflin en La Paz e hizo lo propio con Alberto Gallardo, con órdenes de evitar que la selección peruana avance a su objetivo de asistir al Mundial de los aztecas.

Hoy es Bascuñán el que se interpone. Con un descaro único, impávido, no quiso ir al VAR cuando se trató de aclarar el juego y favorecer a Brasil. No midió con la misma vara para sancionar la expulsión de Carlos Zambrano.

Perú perdió ante Brasil, una lógica consecuencia de lo que podría darse, vendiendo cara su derrota. Nunca se sintió menos y hasta en dos ocasiones estuvo arriba en el score.

Era por demás preocupante saber qué haría Ricardo Gareca para sostener el resultado pero con fútbol y actitud ante el Scratch de Neymar, Firmino y Casemiro.

La respuesta de lo que sucedió más adelante se escribió con la malicia de un árbitro por demás incorrecto, un parásito del arbitraje y mal ejemplo para sus propios compañeros.

 

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