Jorge Cazulo es la mejor versión del actual sentimiento celeste en tiempos de pandemia, donde el empoderamiento del caudillo del Rímac muestra en cada aparición entrega a destajo para sacar del atasco a su equipo cuando más lo necesita.
Roberto Mosquera lo tiene como un tapado debajo de la manga. Cuando no hay solución entra Cazulo y soluciona el problema. Cuando el desorden se torna patético el fuelle de Cazulo se vuelve de necesidad vital para que las aguas se tranquilicen.
Ha pasado en varios partidos en la fase 1 que Sporting Cristal donde aparece sometido y los indicativos revelan revuelo de ondas sísmicas para el revés inevitable, aparece el calentador de aguas tibias para que esta hierva y logre el resultado deseado.
Cazulo es el rey de las soluciones y los casos perdidos. Cuando ingresa el cielo es más celeste donde se acomodan mejor Emanuel Herrera, Olivares y Calcaterra. La parte más crítica se torna soluble al agua mágica de Cazulo y el resto todos lo saben.
En el partido ante Atlético Grau en el debut de la fase 2 los celestes estuvieron abajo en el score dos veces, llegó el empate 2-2 por parte de Emanuel Herrera y cuando estaba cantado el reparto de puntos, un cabezazo en el área por parte de Cazulo provoca el 3-2.
La fase 2 es un torneo corto, de nueve fechas apenas, con muy poco tiempo para hacer cálculos. La calculadora no sirve porque hay que sumar de a tres y no hay otra cosa más que decir.
En el fortín de La Florida saben que este torneo deben ganarlo para cepillar el camino a Universitario y tentar el título de este año tan atípico. Para un grande como Sporting Cristal, el año debe ser cerrado con la copa en la vitrina en el Rímac.
Por ello dicen que es cada fecha una final. Lo tomó así Cristal y tuvo que ganar con un gol de Cazulo, el funcional jugador que es defensa, juega de extremo, hace las funciones de enlace y se disfraza de’9’.
Con un jugador de este molde, Cristal se ve favorecido. No hay equipo de la Liga 1 que tenga un Cazulo con esa entrega. Un futbolista de soluciones para aportar a que el equipo de Roberto Mosquera goce de buena salud.
Esta temporada puede hablarse de las contrataciones que han llenado las listas de los clubes con aciertos visibles como Jonathan Dos Santos, Luis Urruti y otros pocos que han aportado para que la Liga 1, dentro de todo lo malo, adquiere cierto interés.
Si Jorge Cazulo es una contratación acertada, la de Patricio Rubio en Alianza Lima, se torna gris. Un delantero que llegó para ser el goleador, pero no da la talla. Por ello en Matute sufren por resultados adversos.