La segunda fecha doble de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Qatar 2022 llega en noviembre con fastidio y empujones de sumar todo lo que esté disponible tras haber cosechado un punto light con el empate de inicio ante Paraguay.
Chile allá y Argentina acá son los rivales que se levantan como obstáculos para cerrar el año con un puntaje acomedido y ventajoso que impulsen mirar el año entrante con algún respiro en esa ventana que sirve de mirador para acercarnos a Qatar.
La selección peruana después del 4-2 ante Brasil con ayuda del árbitro chileno Julio Bascuñán no ha quedado tan dañada y con el paso de las semanas se nota que se mantiene erguida pese a perder con la mañosa actuación del árbitro chileno.
Qué más da, el partido contra Brasil deberá quedar en el olvido porque lo que viene no deja tiempo para las quejas plañideras. Lo bueno es que tenemos la absoluta certeza de un equipo solemne para resistir el infortunio y fortalecido para hacer frente a lo que se viene.
Contra el once de Neymar llegamos con una formación de emergencia, sin Christian Cueva, ´Orejas’ Flores ni Paolo Guerrero y tuvo que hacer injertos Gareca que respondieron bien a su confianza.
Pedro Aquino es la pieza que se acomodó al reto sin el rigor de la duda. Se le vio bien plantado ante el Scratch y no sintió que era el reemplazo de Cueva y ase comprendió con soltura al lado de Yotún y Tapia.
Las arrugas de la ajada tela de la improvisación no se notaron porque Aquino se ganó el puesto y ahora será una tarea difícil para el ‘Tigre’ tener que sacarlo. Con Aquino se ganó una pieza importante.
Sin embargo no puede decirse lo mismo del ‘9’ que es la faltante más notoria pese a que Jefferson Farfán se esmera e intenta acomodarse en el área donde se siente la ausencia del ‘Depredador’.
Raúl Ruidíaz por el contagio del coronavirus se quedó fuera del partido contra los dirigidos por Tite aunque bien se sabe que la Pulga no se acomoda en un lugar que se exige un jugador de 1 metro ochenta y cinco y no los 15 centímetros menos del ex jugador de Universitario.
Con todo, el equipo no está mellado y se nota que el compromiso de la próxima fecha doble se asume con la mezcla de optimismo y dosis fortalecida que significa haber estado en un mundial y se va por más.