El fracaso de la estrategia legal de su enemigo Alfredo Beltrán Leyva (a) “Mochomo”, pone en las cuerdas al ex capo del cartel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera (a) “El Chapo” quien se encuentra en una encrucijada ante los fiscales de Nueva York, hablar sobre la Coca Nostra mexicana o incrementar la lista de los capos aztecas condenados a perpetuidad.
La burda maniobra de reducir los cargos, con el pretexto de que la corte solo se pronuncie sobre las pruebas presentadas en Estados Unidos, intentó ser utilizada por “Mochomo” para evitar la cadena perpetua al “confesar” que solo traficó con una cantidad ínfima de drogas y era ajeno al cartel que dirigían sus encarcelados hermanos.
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El juez federal de distrito de Columbia, Washington, Richard León, no solo desbarató esa estrategia y le impuso la cadena perpetua sino que, además, deberá pagar una multa por 529 millones de dólares con base en una estimación “extremadamente conservadora” de la cantidad de cocaína transportada por Beltrán por la frontera para su venta en Estados Unidos.
“He dicho la verdad ante usted. Acepto la responsabilidad de que ayudé a mi hermano Arturo a vender cocaína en Culiacán sabiendo que venía a Estados Unidos pero nunca he enviado un kilo a Estados Unidos “, insistió hasta el último momento aconsejado por sus abogados.
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De esta manera Alfredo Beltrán Leyva es el último en la lista de al menos siete capos que pasarán el resto de su vida en una prisión norteamericana. El próximo en ser condenado es precisamente su archienemigo “El Chapo Guzmán”.
Hay otros casos de jefes mafiosos que accedieron a entregar dinero y cooperar con información a las autoridades de ese país a cambio de reducciones en sus sentencias y de no pasar el resto de sus vidas tras las rejas.
Juan García Abrego
Uno de los primeros capos sentenciados a cadena perpetua fue Juan García Abrego, quien a pesar de haber nacido en EEUU su familia es mexicana y su actividad criminal la desarrolló desde este país.
García Abrego era jefe del Cártel del Golfo, una de las tres principales organizaciones criminales que operan a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos.
En enero de 1997 fue sentenciado por un juez de Houston, Texas, a 11 cadenas perpetuas consecutivas y a pagar una multa de casi 500 millones de dólares tras ser encontrado culpable de 22 delitos relacionados con el tráfico de drogas.
Además de contrabando y narcotráfico, el capo fue encontrado culpable del blanqueo de al menos 10 millones de dólares provenientes de actividades ilícitas y sobornos.
García Abrego se crió en el sur de Texas pero asegura ser ciudadano mexicano. Fue capturado por la Policía Federal mexicana en 1996 y llevado a Houston para enfrentar acusaciones presentadas en 1993.
Hasta su captura fue rastreado durante 10 años por los agentes antidrogas y llegó a hacer parte de la lista de los 10 delincuentes más buscados por el FBI.
“El Bat”
El capo del cartel de Tijuana, José Alberto Márquez Esqueda (a) “El Bat” fue condenado a cadena perpetua en noviembre de 2011, por conspirar para distribuir metanfetaminas en complicidad con la pandilla Mafia Mexicana.
Este siniestro personajes es señalado como uno de los participantes en la balacera del 24 de mayo de 1993 en la que perdió la vida el cardenal mexicano Juan Jesús Posadas Ocampo en medio de un fuego cruzado entre integrantes de los cárteles de Tijuana y Sinaloa.
Al igual que “Mochomo” era enemigo acérrimo del “Chapo” Guzmán a quien intentó asesinar en esa sangrienta asonada.
Se le acusa también de organizar un atentado criminal contra del periodista mexicano Jesús Blancornelas, en julio de 1998.
“El Bat” fue sentenciado por un juez de la Corte del Distrito Sur de California, al encontrárselo culpable de conspiración para distribuir metanfetaminas en grandes cantidades.
Leandro Salas, capo de Los Zetas
Bajo la sombra del cartel de Los Zetas, Leandro Salas Galaviz (a) Daniel Obregón se encumbró como uno de los narcotraficantes aztecas más poderosos en el norte azteca y, para variar, enemigo del “Chapo” Guzmán hasta que en diciembre de 2011 fue sentenciado a cadena perpetua y al pago de una multa de 13 millones de dólares por traficar marihuana y cocaína, entre otros delitos.
Su esposa, Mayra López, y su madre, Josefina Galaviz, fueron condenadas también a 11 años de prisión por blanqueo de dinero y asociación delictuosa.
Se salvó de la pena de muerte
Juan Francisco Estrada González, uno de los dos líderes de la banda Los Palillos, célula disidente del Cártel de Tijuana, fue sentenciado a nueve cadenas perpetuas en octubre de 2014, tras un proceso judicial de 15 meses en la corte federal de San Diego, California.
No obstante era el único camino para salvarse porque se le consideraba elegible para ser condenado a la pena de muerte por seis asesinatos y cuatro secuestros, entre otros cargos.
Los cadáveres de algunas de sus víctimas fueron dejados en autos, tirados al lado de carreteras o disueltos en barriles de ácido y enterrados en el valle del río Tijuana..
“Debido a su enorme esfuerzo, lograron salvar mi vida”, escribió el capo en una carta dirigida a sus abogados, ofreció sus condolencias a familiares de las víctimas y se disculpó ante el juez por el “comportamiento inaceptable” que pudo haber mostrado ante el tribunal.
Condenado a 12 cadenas perpetuas
El capo de la banda “Los Palillos”, Jorge Rojas López, otro líder de Los Palillos, es el que recibió el castigo más severo al ser condenado 12 cadenas perpetuas sin la posibilidad de libertad condicional, más 162 años y seis meses de prisión por 16 delitos, entre los que figuran nueve asesinatos, tres secuestros e intento de homicidio de un policía.
Desde su celda en Nueva York, Joaquín Archibaldo Guzmán Loera (a) “El Chapo” se encuentra en una encrucijada ante los largos brazos de la mafia que amenaza con el asesinato de su familia de revelar los secretos del submundo infernal del narcotráfico y la suerte de sus hijos, ahora bajo la protección de su socio Ismael “Mayo” Zambada, capo del cartel de Sinaloa.