Daniel Ahmed es un “premio consuelo” para Qatar

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Después de la derrota sufrida por Sporting Cristal frente a Alianza Lima, el técnico rímense Daniel Ahmed tuvo una fuerte y desmedida declaración contra el balompié nacional, dijo textualmente “siento una pena enorme por el fútbol peruano”. Deslizó sus sospechas ante la designación de Miguel Santiváñez como referí del partido y se olvidó de realizar una necesaria autocrítica que lo aleja del objetivo de lograr el primer puesto del Torneo Clausura. Es decir se portó como un llorón.

Daniel Ahmed, en contra de la opinión de muchos, ha sido nombrado jefe del proyecto Qatar 2022. Es decir, se encargará de guiar a nuestro seleccionado al sueño mundialista a largo plazo. Esto porque ni el más optimista cree que iremos al Mundial Rusia 2018. ¿Qué méritos tiene Ahmed para recibir una oportunidad tan generosa? Pues haber clasificado a la segunda etapa de una Sub 20 con la bicolor y ganar un campeonato con las sedas del Sporting Cristal. Habría que tener en cuenta que el primero de sus “éxitos” lo reeditó este año Víctor Rivera (peruano que además bicampeonó con la Universidad San Martín de Porres), mientras que su título con la “celeste” es indiscutible, tanto como el amplio presupuesto de los bajopontinos.

Pero no todo es flores en el currículo de Daniel Ahmed. Su Copa Libertadores con Sporting Cristal fue un fiasco. En dos años de trabajo nunca consiguió equilibrio entre la línea ofensiva (su mejor valor) con la defensiva (una coladera). Tampoco le dio regularidad, tanto el 2014 como en estas últimas fechas del 2015 Cristal se desinfló. Pese a tener un amplio universo de jugadores (muchos pedidos por él con nombre y apellido) basta que Carlos Lobatón se lesione para que pierda muchísimo de su potencial. Contra Alianza Lima no tuvo respuestas a la lesión de Ballón y eso es inconcebible con una plantilla como la cervecera.

¿Con esos resultados es suficiente para darle semejante voto de confianza a Daniel Ahmed? El proyecto de Qatar lo iba a encabezar un entrenador con experiencia mundialista como Reinaldo Rueda, pero al caerse esa chance (por la propia ineptitud de los directivos de la Federación Peruana de Fútbol) se optó por Ahmed. ¿Cuál fue el criterio?, la verdadera respuesta de Juan Carlos Oblitas y asociados es su experiencia laboral (mínima) con Marcelo Bielsa. Ser amigo del ex DT de Chile es suficiente argumento para contratar a un técnico para el plan de mayor envergadura del Perú en las últimas décadas. ¡Increíble!

Somos generosos, por no decir otra cosa. Ahora Ricardo Gareca, tras ganar tres de doce puntos posibles en las Eliminatorias para Rusia 2018, ha lanzado una propuesta para el campeonato peruano del 2016, que se va a terminar imponiendo. No es en plan de crítica, a lo mejor su idea es “iluminada”, pero la verdad es que los seleccionadores de otros países del continente no se mandan con tales imposiciones. Primero lo hizo Sergio Markarián, quien no sacó nada positivo de tanto cambio, y ahora le sigue la senda Gareca. ¿Creen que Dunga o Gerardo Martino meten la mano en los torneos brasileros y argentinos? ¿No prefiere el “Tigre” que la Bundesliga se amolde también a sus directrices? Soñar no cuesta nada.

Bueno, volvamos al argentino que es motivo de esta columna. Daniel Ahmed dice que le “da pena nuestro fútbol”, el mismo fútbol que le da y le seguirá dando de comer. En realidad, Danielito tú das pena, pues en ningún otro país te quieren. Es más en el Perú tampoco te queremos, sólo unos cuantos que desde hace años se creen la solución para ir a un Mundial, esos que se gustan llamar la “fuerza vencedora”.

 

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