De nuevo y acomodarse

 

En estos meses que faltan para la próxima presentación de la selección peruana en las Eliminatorias Rusia 2018, habrá una espera para ir juntando las piezas con el propósito de armar el mejor once para enfrentar con éxito a Bolivia y Ecuador.

El triunfo ante Uruguay, todavía muy comentado y disfrutado hasta la saciedad, en un momento dado tendrá que ser dejado de lado para mentalizarnos en el partido contra los del altiplano.

La ausencia de Paolo Guerrero será la ausencia más notoria ante Bolivia. La posibilidad de no contar con el aporte del goleador del Flamengo dará paso a una colosal baraja de nombres para encontrar al reemplazante.

Como siempre ocurre, todos se sentirán con autoridad para poner a su preferido en el equipo titular. Habrá cientos de entrenadores que se sentirán con autoridad suficiente pero será Ricardo Gareca el que tome la decisión.

El razonamiento popular piensa en Raúl Ruidíaz. De hecho que el menudo delantero del Monarcas Morelia cuenta con la mejor chance de comandar el ataque. Un jugador movedizo que interpreta bien el papel de ‘9’ sin serlo. Es un atacante que no tiene nada de ‘Tanque’.

Como dice el refrán ‘a falta de pan buenas son las tortas’. Si Ricardo Gareca no dispone de un atacante que se acerque a las características de Paolo Guerrero tendrá otro abanico donde escoger.

Jefferson Farfán, Iván Bulos y Beto Da Silva engrosan la lista de aspirantes a ser parte del partido vital contra los del altiplano. Es para muchos la primera final de otros tres partidos para llegar a Rusia 2018.
Luego de Bolivia vendrán Ecuador, Argentina y un solo partido de local en el cierre frente a Colombia.

Ricardo Gareca tiene buen tiempo para consultar con sus asesores y ser él mismo el que elija al más conveniente ante un partido que no se debe siquiera empatar. Un triunfo vale oro en polvo. Es la entrada a la antesala donde habrá que pelear el quinto puesto del repechaje.

Lo que son las cosas, antes de la última fecha doble estábamos en cuidados intensivos, situación que ha cambiado pero todavía en delicado estado. Con opciones pero con la exigencia de ganar todo lo que venga.

Ahora mismo lamentamos puntos perdidos que no fueron parte de la cosecha peruana. Con Venezuela en Lima, nunca debió empatarse. La derrota ante Chile en casa fue un despilfarro y dejar escapar otros resultados en condición de local pasa la factura.

Lo mejor que ha sucedido en estos últimos partidos es la recuperación peruana en cuanto a recuperar su mejor fútbol, de jugar con la pelota al ras del piso, toques y paredes y la mejor interpretación del juego bonito.

Ricardo Gareca ha creído que ese el camino. Lo ha encontrado y los jugadores se han expresado con respuestas saludables para sacar los resultados deseados. Que así sea.

 

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