Debida atención al fútbol y los otros deportes

 

La pasión por el fútbol en nuestro país genera un olvido hacia las otras disciplinas que sin la debida atención por un desvarío sin justificación, se debate entre la vida o la muerte. Simple y rotundo, el deporte no es solamente el fútbol.

Se debe a que el fútbol ‘vende’. La lectoría futbolera es aplastante. Se consume fútbol día y noche. La TV contribuye, sea a través de la señal abierta o cerrada. Da igual para tener bien informada a una audiencia que recibe lo que pide.

Encima el Congreso crea una norma para darle a la Federación Peruana de Fútbol facultades para su crecimiento y poderes para manejar los campeonatos. Todo nace por la clasificación al Mundial de Rusia 2018 y la ADFP se queda sin piso.

De hecho la FPF se convierte en un mimado acurrucado por medio mundo. ¿Quién podría estar en contra ante un logro aplastante como el retorno a una cita mundialista después de 36 años?

Se quiere que el fútbol luego de Rusia 2018 no tenga postergaciones que de espera por 30 años para clasificar a un nuevo Mundial. En ese orden, nadie en su sano juicio podría poner piedras a un logro popular.

De todo esto se desprende que el fútbol pondera el gusto por el deporte pero nada más hacer la insistencia para que las otras disciplinas no queden en la orfandad y dejar que sufran de anemia institucional.

No es necesario ser experto para tener un análisis claro de lo que ocurre con las otras disciplinas. Es decir que el apoyo debe ser consistente e igual barrido con programas masivos para que las distintas federaciones no sufran de inanición.

Es preocupante que en los recientes Juegos Bolivarianos de Santa Marta, Colombia, ocupamos un lugar distante a los países que se situaron en los primeros lugares.

Así, Colombia con 213 medallas de oro, 136 de plata y 111 de bronce impuso su poderío en la región sin la presencia de Brasil, Argentina y Uruguay.

Perú ocupó el quinto puesto con apenas 32 medallas de oro, 53 preseas de plata y 69 de bronce lo que da una idea la abismal diferencia y el recorte que se hace necesario para que la brecha no se haga más profunda.

En suma, el trabajo debe hacerse con mayor insistencia si se tiene en cuenta que Lima organiza los Juegos Panamericanos del 2019.

Algo que debe revisarse, por ejemplo, que el básquetbol tenga dos directivas y nadie hace algo por corregir el tremendo desliz que ha hecho que el deporte de los cestos se vea afectado en su crecimiento.

 

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