El periplo emprendido por Ricardo Gareca en diferentes países donde juegan los seleccionados peruanos tiene una aprobación permisible para que nada quede al azar cuando la bicolor aterrice en Rusia para jugar el Mundial.
Todavía hay siniestros personajes que no asimilan la clasificación, no lo creen, y se despiertan con una pelea interna para darse de cabezazos ante la evidencia de una verdad que apapacha a los hinchas.
Ricardo Gareca tiene que estar por obligación al lado de los seleccionados, en vigilia permanente, para que nadie se descuide del objetivo venidero y pierda el hilo del acontecimiento logrado.
La finalidad es que mantengan el nivel adquirido y no se despisten sus jugadores, sobretodo, con los que tienen cupo asegurado para estar en la lista de los 23 que jugarán el Mundial.
En anteriores actuaciones mundialistas no se planificó el viaje como debía ser por lo que el desempeño de la selección fue de opaco para abajo y lo que se espera es no llegar a un punto muerto tras el sacrificio que significó pelear el cupo.
Ricardo Gareca ya ha dicho que una participación en un Mundial no es lo mismo que jugar las Eliminatorias. De hecho los rivales son de otro nivel. Una planificación de primer orden. Se tiene en claro que la preocupación lleva a pensar que se debe mejorar lo hecho en México 70, Argentina 78 y España 82.
Los futbolistas que estuvieron en forma continua en la nómina titular tampoco pueden distraerse para que no los bajen de avión porque puede ocurrir con un DT que ha mostrado ser severo.
Otro aspecto del viaje de Gareca es fortalecer el compromiso de los seleccionados. Esta forma de conducir al equipo le dio óptimos resultados. Hubo cambios en fondo y forma para que quedaran de lado los inamovibles. Se deshizo de los que a su juicio no aportaban y mantuvo a los que se metieron en el saco de la idea mundialista.
Las autoridades de la FPF por su lado no se quedan cortos para apoyar el plan de trabajo esbozado por Ricardo Gareca. La logística proporcionada funciona bien para que el ‘Tigre’ tenga a mano los instrumentos para que nada falte.
De todo ello se puede decir que el manejo de la selección peruana transita por el camino correcto, de acuerdo a las exigencias que pide una actuación mundialista. No veamos el concolón que se mezcla en el fondo de la olla si por el contrario un sabroso menú se deja saborear. Es decir que el campeonato peruano se ponga al mismo nivel. De esa forma estaríamos hablando que el fútbol peruano está en crecimiento.