El advenimiento de Jesús y la Navidad

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Jesús apareció en carne y hueso. Esta manifestación en persona del Mesías hizo que se le comprendiera mejor y se lo relacionara más fácilmente con la humanidad. La Biblia enseña el propósito con el cual Jesús se manifestó. Según Juan 3:16, la llegada de Jesús es una prueba del amor de Dios por el mundo.

En Juan 6:40 leemos que Jesús mismo dijo que el que lo viera y creyera en él tendría vida eterna. Otra razón para la manifestación de Jesús es, según 1 Juan 3:8, la destrucción de las obras del diablo.

La fundadora de La Iglesia de Cristo, Científico, Mary Baker Eddy, da una perspectiva práctica en Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras sobre cómo los cristianos de hoy pueden seguir el ejemplo de Jesús y ver la destrucción del mal —las obras del diablo— en su propia experiencia. Ella escribe: “El Cristo, la Verdad, fue demostrado por medio de Jesús para comprobar el poder del Espíritu sobre la carne, para mostrar que la Verdad se manifiesta en sus efectos sobre la mente y el cuerpo humanos, sanando la enfermedad y destruyendo el pecado”. Ella define al Cristo como “la divina manifestación de Dios, que viene a la carne para destruir el error encarnado” (ibíd).

Durante la época de Navidad y cada día del año, los cristianos deben velar y orar para reconocer al “enemigo al acecho”. Puede venir en forma de pensamientos engañosos que intentarían menoscabar o trivializar el advenimiento de Jesús en la carne, y de esa forma limitar su mensaje pleno de salvación.

El Cristo incorpóreo, que el Jesús encarnado dijo antecedió a Abraham, y es el mismo ayer, hoy y siempre, es “Emanuel”, Dios con nosotros, que permite al hombre probar que el Reino de Dios está entre nosotros. El Verbo se hizo carne para revelar las buenas nuevas de que Dios hizo al hombre a Su imagen y semejanza (Génesis 1:26). Las enseñanzas y la vida ejemplar de Cristo Jesús muestran a la humanidad cómo probar que este “reino de Dios [está] entre nosotros”, cómo ser “perfectos como el Padre que está en los cielos es perfecto” (Mateo 5:48).

Cualquiera sea la forma que escojamos para disfrutar las festividades de la época de Navidad, el pensamiento sereno y espiritualmente inspirado revela el significado del advenimiento de Jesús a la carne: que el hombre es coheredero de Dios con Cristo. Por lo tanto, cada corazón puede oír el canto de los ángeles: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!”

(Escribe: Moji Solanke, quien representa al Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana para Nigeria Occidental. Twitter: @CSCOM_NigWest Contacto en Perú: peru@compub.org
Artículo publicado originalmente en The Guardian Nigeria, @GuardianNigeria).

 

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