El billetón escondido

 

Y como siempre que uno chamulla sobre un cuento demasiado denso, resultan ineludibles, ejemplos, anécdotas y hasta chistes para dejar en claro que estamos hablando en serio, aquí les regalo “alguito” para el archivo.

Desde 1992 -o sea ahorita mismo- los indignados herederos del ex dictador filipino Ferdinand Marcos, en yunta con la fámily de Corazón Aquino, luchan ante fabulosos (y costosísimos) tribunales internacionales, tratando de recuperar, por lo menos 300 de los 3,300 millones que el aludido choro vejete, escondió en bancos suizos, luego de cepillárselos a sus amados compatriotas. Y es que este caballerete no entendió el mandato de los cien años de perdón, que la honorable banda helvética, reserva para los cuantiosos fondos encargados a su custodia, por los supernarcos, o Fuji-vladys mandatarios, que como en un viejo vals, “una vez muertos, echan al olvido”. Y les tiran Sierra Morena nomás, para de yapa declararlos “clientes de alto riesgo”, aunque tú no lo creas, compadrito.

Ahora, volvamos a la trafa, que es lo nuestro y en cuyo bururú, soy asaz diestro.

Los grandes maromeros del escondite “billetológico”, practican estilos, digamos “clásicos”, apelando al “mail box”, que consiste en una gringuita, secre ejecutiva contratada “al casting”, la misma que recibe diversos montos “por valija”, para luego colocarlos de acuerdo a instrucciones “superiores”, como inversión en grifos, discotecas, tiendas de electrodomésticos y otras tangas que no llamen mucho la atención. El sueldacho de estas “gerentes de operaciones estructuradas”, les llega puntualmente por correo, en tanto sus tistes vidas, quedan hipotecadas a tiesos muchachones que las vigilan de lejos, todo el día y no les conceden intimidad ni para ir al baño, pues cualquier movida que resulte sospechosa para “los tíos”, es zanjada a balazos o mediante un “accidental atropello automovilístico”, como los ocurridos al viejo –y sapazo-político peruano Eudocio Ravines y a otros, que es mejor y más saludable no mencionar, porque éste no es un juego, aunque a veces, lo parezca, mi estimado.

La “ingeniería” financiera

Hoy, la moderna realidad electrónica ha incorporado a la técnica bancaria una modalidad que supera largamente a la vieja “Black Window” (Ventana Negra), que aún juega su rol en algunas teleseries blanco y negro.

Ahora, la así llamada “Ingeniería Financiera”, ha puesto en repertorio, entre otras notas,” Los Fondos Itinerantes No Domiciliados”. Es decir, cuantiosas sumas procedentes del merecumbé, que viajando por internet, pueden estar hoy en Buenos Aires, mañana en París y… pasado, en Namibia, pero siempre a disposición de un “honorable cliente”, que maneja una complicada clave-esta sí, secreta- que a veces, ciertos jóvenes ilusos, han pretendido “pelar” a su favor.

Error, mi estimado. Hace algunos años, uno de ellos, contador de un prestigioso banco, que ametrallado mientras hacía “footing” por el “By-Pass”, en uno de los tantos crímenes que nuestra sagaz poli, etiqueta como “ajuste de cuentas” y hasta el jueves, no hay colegio, porque “así es la vida”… y “al fondo hay sitio”, como den en la tele.

La ley entre bandidos

Pero mi doctoral entrevistado de aquella noche de vudú, tambores y “Chivas Regal 18”, tenía y respetaba dos normas estrictas que le permitían viajar por el mundo, a ritmo de pachá. Namber guan: Nunca hacer negocios con Tokio, Hong Kong ni Makao (allá por donde duermen los secretos del tío Fuji, por ejemplo), o involucrarse con dictadores o traferos mayores, que vayan ya rumbo al muere. Sobre los bancos asiáticos, no me explicó sus reticencias. ¿Por qué sería, no?.

Acerca de los ex poderosos en desgracia, según mi fantasmal profe:” esos villanos, llegado el momento, cantan mejor que Carusso a fin de salvar el pellejo”.

Y Namber Tú: Lo mejor es arreglar con “contadores internacionales” que cambian la nominación de la moneda varias veces al día. De modo que el choreo básico inicial, no lo descubre ni Fú- Man-Chú”.
Bueno pues,-me dije yo- eso será cuando los que deben saber miran para el techo silbando un viejo bolero, así como –por ahora- hacen aquellos que debieran explicar por dónde anda “Poppy” que hasta no hace mucho pregonaba “haber hecho “La Inter Oceánica” y ahora… dicen que la pasa choborra y caleta en la rica Marbella de la Madre Patria, a la sombra de un hotelillo que en su momento le obsequiara un gordo político nuestro.

• Así es mi amigo, usted cuide su mini- bollo que le pueden chorear al subir al micro.

 

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