“El Chapo” Guzmán y el pacto secreto con la DEA

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La presentación de Jesús Vicente Zambada Niebla (a) “Vicentillo”, hijo de Ismael “El Mayo” Zambada, como testigo clave en el proceso judicial contra Joaquín Guzmán Lorea (a) “El Chapo”, pone al tapete el llamado “pacto secreto” entre la DEA y el cartel de Sinaloa.

No se trata de una especulación más de los abogados de la mafia azteca sino del testimonio que presento “Vicentillo” en una corte federal de Chicago quien, de acuerdo a su versión, colaboró durante años con la DEA para contrarrestar el avance de carteles altamente peligrosos y asesinod,  especialmente “Los Zetas” en el norte azteca.

Aparte de ser hijo de uno de los capos del cartel de Sinaloa, Vicentillo es acusado de ser coordinador de la logística del cártel de Sinaloa para importar cocaína a Estados Unidos, lo que convierte a este  narco junior, como se denomina a los hijos de los capos de la droga, en un testigo de importancia en la Corte Federal de Brooklyn, Nueva York, donde es procesado el “Chapo” Guzmán.

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El testimonio de Vicente Zambada Niebla quien fue arrestado en el 2009 en la Ciudad de México y extraditado a Chicago, pone al tapete este “pacto secreto”, lo que no fue óbice para que los fiscales neoyorkino entrasen a tallar en esta pista bajo los reflectores mediáticos.

Tangencialmente se pone en entredicho el supuesto papel de la CIA en la venta de narcóticos en México y en otras partes del mundo, como atestigua el trabajo del ex policía de la DEA, Michael Ruppert.

Hay que tener en cuenta que  Zambada Niebla y el cartel de Sinaloa están conectados con el caso del avión comprado por el narco con dinero lavado por el banco Wachovia-Wells Fargo que ha sido expuesto por The Guardian y que revela de ser coordinador de la logística del cártel de Sinaloa para importar cocaína a Estados Unidos. la connivencia entre la policía, los bancos y el narcotráfico.

14 de abril del 2014

Por esta razón la afirmación  de Zambada Niebla , como presunto un informante de gobierno también le añade intriga a otra serie de casos legales pendientes en los Estados Unidos  y Panamá.

CNJG: Aumento de recompensa

El pasado 16 de octubre el gobierno de Estados Unidos aumentó oficialmente a 10 millones de dólares la recompensa por información que conduzca a la captura de Nemesio Rubén Oseguera Cervantes (a) El Mencho, señalado como el máximo capo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el principal rival del cartel de Sinaloa.

“En última instancia, esperamos que esta recompensa juegue un papel decisivo para traer a El Mencho a la justicia”, señaló  secretaria de Estado adjunta, Kirsten Madison, a modo de explicación.

17 de octubre del 2018

https://www.youtube.com/watch?v=mw8M1IoxWC4

Y es que se  trata de una de las recompensas más altas que ofrece el gobierno de Estados Unidos  en su programa antidrogas si tenemos en cuenta que el monto previo era de 6.5 millones de dólares con “Chapo Guzmán”

EU también ofrece una recompensa de 5 millones de dólares por información que conduzca a la captura de Erick Valencia Salazar, descrito como fundador y colíder del CJNG.

“Estados Unidos sigue comprometido con nuestra alianza con México y casos como el de Oseguera Cervantes nos recuerdan la necesidad de una cooperación continua”, dijo Madison.

El Departamento de Justicia estadounidense también presentó 15 casos criminales contra 45 presuntos líderes, lavadores de dinero, transportistas y abastecedores del CJNG, aunque algunos ya habían sido revelados con anterioridad.

Entre ellos aparecen mencionados el propio Oseguera Cervantes, su hijo Rubén Oceguera González, Abigail González Valencia, Jesús Contreras, Erick Valencia Salazar, Juan Pérez Vargas, Diego Pineda Sánchez y Carlos Parra Pedroza.

https://www.youtube.com/watch?v=coL3QQxAE_A

Por su parte, Uttam Dhillon, administrador en funciones de la  DEA, describió al CJNG como una de las organizaciones más peligrosas de México, así como “una amenaza clara, presente y creciente en más y más comunidades de Estados Unidos”.

Hasta el momento, un total de 23 personas y 40 entidades han sido ligadas por EEUU con esta agrupación pero faltan establecer a otros nebulosos personajes lo que, por cierto, forman parte de las informaciones confidenciales del “Chapo” Guzmán y Vicentillo.

“Para entender los hilos que conectan esos casos, es necesario volver a examinar el misterioso accidente del jet corporativo Gulfstream II el 24 de septiembre en la península de Yucatán” señala la agencia Narco News en su página digital.

En ese sentido recuerda que  en jet se encontraba un estimado de cuatro toneladas de cocaína, que parecen haber sido cargadas en Colombia. El Gulfstream II portaba el número N987SA, y estaba ligado a investigadores europeos de antiguas operaciones de la CIA.

5 de noviembre de 2018

Asimismo menciona que la factura de venta del jet Gulfstream – que fue vendido sólo unas semanas antes de su accidente – menciona el nombre de Greg Smith, quien aparece en documentos públicos que indican que en el pasado trabajó como piloto en una operación que involucra al FBI, DEA y CIA dirigida a narcotraficantes en Colombia.

Un agente de la CIA llamado Baruch Vega, quien fue un actor clave en esas operaciones encubiertas, también confirmó la información relacionada con Smith a Narco News no ha podido rastrear a Smith, o a su socio en la adquisición del jet, Clyde O’Connor.

Vega también afirma que la carga de cocaína en el jet fue comprada a través de de un consorcio de narcotraficantes colombianos que incluía al agente de la CIA Nelson Urrego, arrestado por autoridades panameñas en 2007, poco más de una semana antes del accidente del jet Gulfstream II. Urrego ahora está siendo llevado a juicio en Panamá con cargos de lavado de dinero y narcotráfico.

El  jet Gulfstream II estaba entre un número de aviones adquiridos por la organización de Sinaloa a través de un esquema elaborado de lavado de dinero que involucra una cadena de casa de cambios mexicana supervisada por el supuesto operador de la organización de Sinaloa, Pedro Alfonso Alatorre Damy, de acuerdo al gobierno mexicano y a reportajes en medios estadounidenses.

En noviembre de 2007, Damy fue arrestado en México. Ha sido acusado de una serie de cargos en los EEUU, incluyendo conspiración para importar cocaína y lavar dinero, pero hasta esta semana, a pesar de la petición del gobierno de los EEUU para su extradición, Dami permanece bajo custodia en México, de acuerdo con Alicia Valle, consejera especial del procurador estadounidense del Distrito Sur de Florida.

El caso de Damy también está íntimamente ligado a otra acción legal del gobierno de los EEUU en contra del gigante banquero Wachovia (ahora subsidiario de Wells Fargo), que estuvo implicado con la operación de lavado de dinero de Damy. El operador de la organización de Sinaloa supuestamente utilizó al banco como parte de su esquema.

En marzo de 2010 Wachovia firmó un acuerdo diferido de enjuiciamiento con el Departamento de Justicia a cambio de pagar una sanción monetaria de unos $160 millones de dólares y proporcionar una promesa de cooperación con el gobierno de los EEUU.

Ese avión presuntamente fue comprado con dinero lavado del narcotráfico de la organización de Sinaloa a través del negocio de casa de cambio de Damy un banco estadounidense. Y ese mismo avión fue reportado como sospechoso de haber sido utilizado previamente en el programa de rendición de “terroristas” de la CIA, de acuerdo a reportajes y a una investigación encabezada por la Asamblea Parlamentaria del Consejo Europeo.

El Gulfstream II fue adquirido menos de dos semanas antes de haberse estrellado en México por un dúo que incluía a un presunto  operador del gobierno de los EEUU que presuntamente había hecho trabajo como contratista para una variedad de agencias policiales y de inteligencia de los EEUU, de acuerdo a un agente de la CIA (Vega) que es identificado como tal en los registros públicos del tribunal.

Las cuatro toneladas de cocaína dentro del Gulfstream II en el momento de su accidente al aterrizar, de acuerdo con Vega, fueron compradas en Colombia a través de un consorcio que incluía a Vega, quien, de acuerdo a reportajes panameños y Vega, un agente del gobierno de los EEUU (CIA).

Y ahora, uno de los actores clave en la organización narcotraficante de Sinaloa, quien, de acuerdo al gobierno estadounidense, supervisó la logística para la organización criminal, un trabajó que implica supervisar la compra de aviones para actividades de contrabando de drogas, ahora afirma haber cooperado activamente con diversas agencias de los EEUU por lo menos desde 2004.

 

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