El Ejecutivo y el Legislativo: ni chicha ni limonada

 

Ni chicha ni limonada. Tal se puede decir de los primeros cien días del gobierno que preside Pedro Pablo Kuczynski. Claro, más allá del listado de logros que dio a conocer, con anticipación, ante la expectante ciudadanía que tantas ilusiones guarda, luego de haber llevado con calma la cruz de su dolor durante los cinco años del poco recordable Ollanta Humala y su cónyuge Nadine Heredia.

Lo cierto es que a la fecha la promesa de una revolución social y las posibilidades de enrumbar al país a la modernidad, casi como vive la gente del primer mundo, está incumplida. Entiendo que todavía hay que esperar. Pero, eso mismo no dice gran parte del electorado que, con las justas, consideró y logró en su momento que lo más conveniente para el Perú era darle la banda presidencial al buen PPK antes que a otra persona.

Un examen en lo económico, en lo social y en lo político, le da la razón a ese electorado. Las pruebas están dadas por el creciente costo de vida. La canasta familiar no puede ser cubierta con los 850 soles del sueldo mínimo vital, ni con el recurseo de ingresos extras que afanosamente buscan los hogares de ingresos medios y pobres. Consiguientemente, hay insatisfacción, mal humor, son millones quienes amanecen con el sol de la esperanza y acaban el día, sabiéndose que lenta pero progresivamente cada día son más menesterosos. De lo anterior se deduce que no hay luces que permitan avizorar una sociedad más justa, trascendente como se merece la dignidad de la persona humana.

¿Qué dice Kuczynski sobre los logros de su gobierno, en estos primeros cien días?. Hay un listado de 23 medidas. Entre ellas sobresalen la inversión y destrabe de 170 obras de agua y saneamiento que beneficiarán a un millón de personas; destrabe para la construcción de la red vial 6, Chincha-Ica; obras de modernización del puerto de Pisco; apertura de la Autopista del Sol, entre Trujillo y Sullana; inicio de las obras para el aeropuerto de Chincheros, en Cusco; avance de obras de la línea 2 del Metro, aproximadamente 6 kilómetros por año y el inicio de obras de pavimentación de 2600 kilómetros de la Red Vial; reducción de la deuda futura del Estado con refinanciación en soles, lo que significará el ahorro de 100 millones de soles.

Hay más. Respecto a la lucha contra la delincuencia, destaca la implementación del patrullaje integrado con 934 vehículos de serenazgo que cuentan con apoyo de la policía en Lima, Arequipa, La Libertad y Callao. También se debe mencionar las 22 megaoperaciones en 12 regiones que han permitido desarticular 16 bandas y la captura de 234 delincuentes. Y en cuanto al combate contra la corrupción, PPK recordó que el primer decreto legislativo promulgado con las facultades que le dio el Congreso fue la ley de “muerte civil” para los sentenciados por corrupción. Sobre este último punto, el presidente se sinceró al expresar que era consciente del tema de la corrupción que protagonizó su asesor en asuntos de salud pública e hizo la promesa de adoptar otras medidas.

No es poco lo hecho, pero tampoco lo suficiente. O al menos no se han convertido en realidad aquellas iniciativas gubernamentales que permitan poner de pie a los ciudadanos para que éstos expresen su alegría. A estas alturas, por ejemplo, con la ola de matanzas y la proliferación de sicarios, la inseguridad es hartamente visible. De la corrupción, ocurre otro tanto. Los protagonistas están en cada uno de los Poderes del Estado, sobre todo en el Poder Judicial, sin que haya mayor preocupación de quienes en primera instancia están llamados a realizar la limpieza del caso.

Bueno, esto es lo que ocurre con el Poder Ejecutivo. Ni chicha ni limonada. Algunos ministros da la impresión que se sienten impotentes o quizá fatigados. Pero ¿porqué no preguntamos, también sobre los primeros cien días del Poder Legislativo? ¿Cuál es el balance de lo logrado? Más allá de los enfrentamientos y de la actitud avasalladora, abusiva, si se quiere, de la mayoría fujimorista para imponer sus apetencias, sin respeto a las minorías, es poco lo que puede mostrar. Hay legisladores que no legislan, hay congresistas fiscalizadores que están más atentos a dar declaraciones escandalosas, antes que fiscalizar con seriedad, firmeza y equilibrio. Y para eso, francamente, no se les ha elegido.

Ahora habrá que esperar otros cien días. Ya veremos entonces, con más claridad, cuál es el futuro que le espera a nuestro país.

 

Leave a Reply