El extraño Deepak Chopra

 

Probablemente, cuando la ciencia avance-en un sentido positivo- se hará pública la certeza, de que el antepasado de todo acto de nuestra vida, ya se refiera a la fisiología o a cualquiera de nuestras acciones, es, sin duda alguna, un pensamiento.

Deepak Chopra, es un endocrinólogo nacido en la India, hijo de un ilustre médico. Alguien que no vacila en relatar sus experiencias paranormales, que no sólo le llevaron a rescatar las enseñanzas del antiquísimo “Ayur Veda” (Vivir con Sabiduría), que enseñaron los “rishis” sabios ermitaños que desentrañaron la sabiduría anclada en milenios enraizándola a las enseñanzas del “Bagavad Gitá” y enlazándolas de tal manera con los acontecimientos actuales, que permitieron a Maharishi’s Yogui, entrenar a Chopra, destinándolo a su vez, a enseñar al mundo, que “la inteligencia-“OM”- “es el todo” y que tal principio, habita incluso en lo mínimo de nuestras células y en la expresión de cada una de nuestras palabras.

“El Dr. de las Estrellas”

Hoy, Chopra, se luce en el mundo, nada menos que como “El Doctor de las Estrellas”, pero él no tiene inconveniente, en relatar sus difíciles inicios en Estados Unidos, cuando trabajaba como humilde practicante de un laboratorio, en el cual debía inocular diferentes bacterias en el lomo de asquerosas ratas y además, soportar el maltrato de un tiránico Doctor, que un día, al ser respondido en sus terribles insultos, lo llamó “indio malnacido”, persiguiéndolo hasta un miserable vestuario, mientras lo amenazaba con no permitirle trabajar “ni siquiera de barredor”, en este territorio que hoy lo venera como una especie de ser extraterrestre.

Fue entonces, que al tratar de cambiar su miserable indumentaria de casi siervo de laboratorio, por sus modestas ropas de estudiante sin dinero, descubrió en el piso, un maltratado papel periódico, que anunciaba la solicitud de “joven estudiante de medicina, para trabajar en servicio de emergencia”, encaminándolo a lo que habría de ser su verdadero y floreciente destino.

Era “El sincrodestino”

Hoy, Chopra, no se refiere a dicho incidente, llamándolo, por ejemplo, “obra de la casualidad”. No. Él lo llama “sincrodestino”, para afirmar con ello, que “la casualidad no existe”, añadiendo que debe reconocerse en determinados hechos condicionantes, la “organización del equilibrio universal determinante”.- Eso que a partir de sus teorías, debe reconocerse como “sincrodestino”. Es decir, lo que ocurre casi sin explicación, para desencadenar una serie de hechos, que nos conducen a “lo que ha de ser”.

-Deepak Chopra, es un prolífico autor, que coloca en lista de “Best Sellers” cada uno de sus productos, ya que en todos ellos, abre una nueva puerta al asombro, entonándonos con una poderosa vibración del universo que desafía y desarma, cualquiera de nuestros viejos y anquilosados prejuicios.
Y cuando alguien le pregunta por la raíz de sus teorías, él evoca una vieja anécdota referida a los sabios “rishis” que habitaban los bosques cercanos al Ganges.

¿Y Ud. es Londres?

Cierta vez, una importante lady inglesa, visitó a estos misteriosos ermitaños, siendo recibida por el más anciano de ellos, quien la colmó de atenciones, paseándola por todo el ámbito arbolado, hasta que al final de la tarde, la acompañó hasta los linderos, para despedirla con gran cortesía. La dama así halagada, quiso corresponder tanta galantería y en consecuencia, dijo al viejo “rishi”…: – “quisiera que alguna vez, usted viniera a Londres para poder retornar sus atenciones”,- a lo cual, el anciano reaccionó mirándola de un extraño modo, para luego decirle: “Perdón Mi Lady…Yo soy Londres”.

-Lo cual quería decir que este personaje, había trascendido ya, las fronteras del tiempo, el espacio y…lo que usted o yo, podríamos creer, o saber, no obstante explicarlo el extraño Dr. Chopra, en cada uno de sus libros y todas sus conferencias. Aunque quizás, pensándolo bien, usted y yo,-por lo menos de vez en cuando-…también somos Londres. ¿No le parece?

 

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