El mundo de las letras y el periodismo de luto por el irrepetible Tom Wolfe

 

Cuando hizo periodismo dio los trazos certeros de lo que conocemos como los reportajes modernos, con rostro humano, que no sólo informan sino profundizan en el protagonista de la noticia. Así redactaba Tom Wolfe en la prensa norteamericana. Así sentó las bases de lo que luego expondría con su obra El Nuevo Periodismo (The New Journalism/1973). Por ello, hoy el mundo de los periodistas lamenta su fallecimiento, acontecido este 15 de mayo en su residencia neoyorquina.

Pero, Tom Wolfe al igual que Truman Capote o Gabriel García Márquez, y el mismo Ernest Hemingway, transitó con similar éxito por la ficción y la no ficción. Ya como novelas de ficción publicó poco, pero todo fue significativo. La Hoguera de las Vanidades (The Bonfire of the Vanities/1987) marcó un antes y un después en la literatura estadounidense y mundial (una novela que llegó al cine en una pésima adaptación con Tom Hanks, Melanie Griffith y Bruce Willis).

Durante once años no volvió a publicar ningún libro más, desesperando a sus lectores, hasta que resurgió con Todo un Hombre (A Man in Full/1998), Soy Charlotte Simmons (I Am Charlotte Simmons/2004) y Bloody Miami (Back to Blood, 2012). Como no ficción sí fue más prolífico, hasta lanzó en 2016 The Kingdom of Speech (no fue traducida al español, aunque el título se puede traducir como El Reino del Discurso).

Tom Wolfe no fue un hombre cómodo, ni siquiera se esforzaba en agradar a nadie. Ateo, seguidor de la política de George W. Bush y su invasión a Irak. Ciertamente, descrito como un antipático y un esnob, Wolfe igual sigue siendo un grande de la literatura. Es importante no confundirlo con Thomas Clayton Wolfe, otro periodista y escritor que murió poco antes de la Segunda Guerra Mundial.

¡Adiós Tom Wolfe!

 

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