Aparentemente cercado por la presentación de testigos claves, como Jesús Zambada (a) “Rey” y su sobrino Vicente Zambada (a) “Vicentico”, el destino del ex capo de Sinaloa, Joaquín Guzmán (a) El Chapo”, parece estar encaminado hacia una sentencia de cadena perpetua y, por lo tanto, morir tras las rejas .
Este sombrío panorama no altera al ex capo de Sinaloa y su abogado, Jeffrey Lichtman , quien para variares es experto en casos de alta complejidad, como la familia Gambino, durante décadas sospechosa de liderar a la mafia en la costa este de Estados Unidos, que tiene mucho que agradecerle por librar a uno de sus descendientes, John A. Gotti, a pesar de haber sido acusado de extorsión y secuestro en tres ocasiones.
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Desde el momento en que se declaró inocente empezó a moverse las fichas de ese ajedrez jurídico donde se mezclan los intereses de las partes tras las bambalinas, con acuerdos que superan la ficción como el caso de Carlos Lehder con el exgobernante Manuel Antonio Noriega.
Los agentes de la DEA tuvieron que recurrir al mafioso para que se presente como testigo ya que las pruebas eran endebles para condenarlo. De esa manera entro en el programa de protección d testigos.
En ese sentido, “Chapo” Guzmán tiene en sus manos una sola pero valiosa opción para ver reducida una eventual condena, siempre y cuando colabore con la DEA y los fiscales de Nueva York.
Si tenemos en cuenta que “Vicentillo” Zambada, convertido en testigo estrella, reveló que el “Chapo” Guzmán, junto con su padre Ismael” El Mayo “ Zambada suscribieron un pacto secreto con la DEA, el negocio de las delaciones no es nada raro entre los grandes capos de la droga.
De acuerdo a esa versión, el cartel de Sinaloa, al mando del “Chapo” Guzmán y su compadre Ismael “Mayo”Zambada, decidieron “colaborar” con la DEA proporcionando informes de la banda de “Los Zetas”, ex columna de sicarios que operó para elos pero que, al traicionarlos, se convirtieron en una verdadera pesadilla de sangre y terror.
El cartel de los Beltrán Leyva también acusó al Chapo Guzmán de convertirse en colaborador de la DEA, lo que nadie hizo caso por ser demasiado fantasioso aunque todos se preguntaban por la inefable “suerte” de Ismael “Mayo” Zambada quien, después de dedicarse medio siglo en el peligroso negocio de la cocaína, nunca fue capturado.
En el Plan B del Chapo Guzmán figura como una de sus cartas claves Nemesio Oseguera Cervantes, capo del Cartel Jalisco Nueva Generación, CJNG, y por quien la DEA ofrece una recompensa de 10 millones de dólares, la mayor cifra en la historia, por ser considerado el enemigo público nro. 1 de Estados Unidos.
Es precisamente “El Mencho” la base de las conversaciones para que “Chapo” Guzmán acceda a convertirse en colaborador a cambio de recibir una pena reducida, lo que como es de esperar se realiza en medio de presiones, mientras el proceso judicial sigue arrinconando al ex capo de Sinaloa hacia la cadena perpetua. “Todo es cuestión de negocios”, como dirían los capos de la guardia vieja, al estilo de Vito Corleone.