El rumor del ¿chaufa de perro?

 

Un rumor recorrió Lima a inicios de año: en los chifas, los restaurantes chinos, el arroz chaufa,…tiene carne de perro. Y es probable que pasará tiempo para que los clientes habituales vuelvan a pedir el clásico y emblemático platillo.

El rumor es un arma terrible si no se le detiene a tiempo. Ha sido muy estudiado y las definiciones abundan en la red. Como esta, por ejemplo: “Un rumor es una información cuya veracidad está en duda o no puede corroborarse. Lo habitual es que los rumores se generen y se transmitan entre la gente, aunque en ocasiones son propagados desde los medios de comunicación”.

Debiéramos agregar: y en la actualidad son las noticias favoritas de las redes sociales.

¿Dónde nació este rumor? Fueron los vecinos de un chifa de Independencia quienes aseguraron a un redactor de “Trome” que “unos perros muertos hallados en la maletera de una camioneta” iban a ser vendidos “a un chifa del distrito”.

La noticia tomaba pocas líneas del “Trome” del sábado 20 de enero pero provocó un explosión de entusiasmo en otras redacciones, saltando luego a Facebook. A partir de allí no hubo manera de pararla, detenerla, aclararla.

Los famosos autores de “Psicología del rumor” Allport y Postman dicen: “El rumor cambia constantemente a medida que se extiende, ya que sus portadores lo desfiguran inconscientemente para adaptarlo a la forma que mejor ratifique sus antagonismos. Los individuos aceptan y dan pábulo a un rumor, sin someterlo a crítica alguna, si encaja en su patrón de preferencias y desagrados, o si le proporciona una explicación emocionalmente satisfactoria de algún fenómeno que les preocupe”.

Esto…¿no les suena a posverdad?

Al dueño del chifa “Asia”, don Xinhuan Liu, lo llevaron a la comisaría para que dé explicaciones. Cuando estaba declarando, la Municipalidad, abusiva, clausuró el local colocando un cartel de cierre temporal. Y un vecino pintó con spray “No se come perro” (Trome, 21.1.18. p 2).

“La República” se interesó en el tema y envió a un reportero serio, quien recogió los descargos del propietario: “Afirmó que la carne encontrada en una bolsa fue comprada a un comerciante de Canta y no es de perro”. Agregó: “Dijo que la mascota se la regaló la mujer (que le vendió la carne) y que la envolvió en un costal para que no le ensucie el auto”. (La República. 23.1.18. p. 21).

-Rumores limeños

Ya estamos acostumbrados a rumores de este tipo en esta nuestra Lima. Quizá algunos recuerden cuando se dijo que comer pollos inyectados con hormonas para crecer…provocaban homosexualidad. Es verdad, era una estupidez pero por varias semanas las ventas de pollo bajaron de manera espectacular. ¿Y cuando se difundió que un chino se había ahogado en un depósito de Coca Cola?

Pero estas son otras historias… para otro día.

 

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