Durante mucho tiempo había esperado por una película peruana que no fuera comedia, sino un drama, pero a la vez que no tuviera nada que ver con el drama del terrorismo o de los acontecimientos de los 90 y el gobierno corrupto de Alberto Fujimori. Quería un drama al estilo de las cintas de Ricardo Darín, o de los filmes que arrasan en festivales independientes como Sundance (promovido por el actor Robert Redford). Ojo, entiéndase que no estoy en contra de las producciones que abordan la historia reciente del Perú, pero no todo debe ser sobre esas facetas.
Los demás estrenos peruanos son comedias o historias de fútbol, musicales que parecen realizarse en serie por las semejanzas entre unos y otros, alguna cinta de terror y otra que apela a la comedia popular o sensiblera (casi de telenovela). ¿Dónde están reflejadas las crisis familiares, tan cotidianas como profundas? La cinematografía mundial ha ofrecido grandes obras como Agosto (con Meryl Streep) o la extraordinaria cinta danesa La Celebración (Festen del cineasta Thomas Vinterberg). El Sistema Solar, filme peruano actualmente en cartelera, es también de este ramo.
No voy a decir que tiene el mismo impacto de Agosto o La Celebración, pero está claramente en ese camino. Al igual que las anteriores, se basa en una obra de teatro (homónima de la dramaturga peruana y condiscípula escolar de este periodista: Mariana de Althaus). La adaptación es realizada por los directores ‘Bacha’ Caravedo y ‘Chinón’ Higashionna (responsables de la subestimada película Perro Guardián, que tiene la mejor actuación del popular Carlos Alcántara, y sin embargo fue muy oscura para pegar en el gusto del espectador promedio de Perú).
Lo malo de la adaptación de El Sistema Solar es el nulo desarraigo del formato teatral, si se van a meter en la empresa de llevar a la pantalla grande una obra de teatro, debes buscar recursos para romper con los escenarios limitados de la misma. Por eso en Agosto hay escenas en la calle, en La Celebración tenemos tomas en el jardín y las habitaciones del hotel donde transcurren los hechos. Pero en esta película peruana la trama se desarrolla en una sola casa y sus tres ambientes.
Las interpretaciones están muy bien, por ahí he leído una crítica al histerismo de la mayoría de los personajes, pero en una crisis familiar suele salir lo peor de sus integrantes. Vamos, si la idea es presentar a un clan sosegado y sin rencores, entonces no vale la pena filmarlo. Me gustan en especial las actuaciones de César Ritter (un actor que realmente ha evolucionado) y Javier Valdés (en un personaje rico por ser un padre castrante en una clara situación de invalidez). De Gisela Ponce de León esperaba algo más, una de las mejores actrices de su generación pudo ponerle más matices a su personaje que va de un estado de ánimo al otro, en lo que entiendo intenta reflejar una severa bipolaridad.
Le presté especial atención al personaje de Puli por una recomendación anterior, y salí admirado del niño Sebastián Zamudio, lleva sobre sus hombros gran parte del peso de El Sistema Solar y sale airoso. Ya en otras películas nacionales que he comentado en este blog como el biopic del futbolista Paolo Guerrero o la reciente cinta La Hora Final había hablado de lo bien que andan estos nuevos actores como el adolescente Fausto Molina o el pequeño Rony Shapiama.
Dos últimas menciones, a la actriz española Adriana Ugarte que interpreta a Inés, no sólo como una manzana de la discordia familiar, sino como la visión foránea a todo el lío humano. Y, bueno, algo que se me escapa es la presencia de Carlos Alcántara, me gusta este buen actor peruano, pero ¿Es necesaria su participación en este filme? El Papá Noel de Cachín parece destinado a romper la tensión del momento, pero termina siendo un elemento externo que perturba la trama.
Vayan a ver El Sistema Solar, es buen cine peruano.