En qué momento Cueva

 

Se habla de ganar a Brasil, este martes 15 de noviembre por las Eliminatorias Rusia 2108, pero no será posible en tanto Christian Cueva asuma el papel del llanero solitario.

Se necesita muchas cosas más para doblegar al gigante brasileño. Cueva es bueno, está en un momento de gracia, inteligente, sagaz, encarador y goleador pero en tanto no tenga acompañantes en su orquesta, sonará desafinado.

De hecho para ganarle a Brasil se necesita a Cueva que repita el partidazo que hizo a Paraguay. Sin embargo, se requiere tener un colectivo más amplio. Es decir, por lo menos seis jugadores de nueve puntos.

Un pequeño ejército que mantenga solidez de concentración. Es importante no distraerse. Renato Tapia se distrajo y costó el gol paraguayo. Aunque después se recompuso lo planificado y se pudo saborear el triunfo.

Seamos realistas. Brasil es una mole que para intentar moverlo se hace necesario un colectivo de jerarquía. Un equipo que se le pise la sotana si en caso el Scratch se salga de la parroquia de sus propias esencias.

Brasil será Brasil en todas las instancias, no regala nada, pero hay que asumir el papel picapedrero para desestabilizarlo. No molerlo a patadas, no es nuestro estilo. Lo que se buscará es jugar al fútbol para hacer que la miel de su juego sepa a hiel.

¿Cómo se logra? Eso es tarea de Ricardo Gareca que lee los partidos. Y hasta ahora no ha necesitado tener el libro de Coquito para descifrar tácticas ajenas. Es garantía de éxito.

Entonces, el Brasil poderoso podrá ser sometido con el fútbol bonito. Ese fútbol que igual que ellos, sentimos. La pelota bien jugada, al ras del piso, con centellantes aplicaciones para la búsqueda del gol.

En un comentario donde se habla mucho de Brasil, pero mejor es hablar de lo que tenemos. En ese sentido, la presencia de Christian Cueva será fundamental para que de sus botines salgan las mejores expresiones futbolísticas.

Cueva ha dejado de lado el lucimiento personal para ser más solidario, ser asistente de las mejores jugadas de gol. Y de ser necesario, ser él mismo quien resuelva. Sabe hacerlo, no escapa a la responsabilidad de ser el diferente, del que llega al gol con la suficiencia de los que saben.

Paolo Guerrero sabrá ser el perfecto acompañante. Necesita Paolo recuperar protagonismo y nada mejor contra Brasil en un partido donde los reflectores de todo el mundo apunta.

 

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