El próximo partido de la selección peruana en la Eliminatoria Rusia 2018 es el 31 de agosto y dada la cercanía la ansiedad es el preludio que se apodera porque del resultado del partido ante Bolivia puede ser el fin o la agonía extendida entre luces y sombras.
El cotejo ante Bolivia pasa por una necesidad de sumar los tres puntos sin la presencia de Paolo Guerrero y una incógnita enorme para saber el nombre de su reemplazante.
Bolivia no es un rival de extremo cuidado pero nunca hay que subestimar a nadie porque cada cual tiene el legítimo derecho de cuidar los resultados que le convenga aun cuando la chance no acompañe.
Sin embargo, lo realmente preocupante es el fallo del TAS sobre la sanción al boliviano Nelson Cabrera. Puede ocurrir que los tres puntos que nos dieron luego de la sanción FIFA a Bolivia, se puede revocar y entonces la corteza que nos cubría se hará tan frágil como el hilo que intenta en vano coser la carpa de un circo.
Es decir nos quitan los tres puntos y la chance será muy remota para llegar al mundial ruso. Dependemos de una resolución favorable y un triunfo sobre el once del altiplano. Un cometido que puede ponernos todavía en carrera o el adiós de otro intento fallido.
Aun cuando mantengamos los tres puntos es muy complicado el camino al estar en la obligación de ganar todo lo que falta en las cuatro restantes fechas. Obtener los tres puntos ante Bolivia en Lima, vencer a Ecuador en Quito, sacar un triunfo a Argentina en Buenos Aires y ganarle a Colombia en Lima. La parrilla repleta de gestas heroicas.
Son 12 puntos que hay que defenderlos con dientes y uñas. Ni siquiera el empate nos sirve en esta carrera final para llegar a un mundial después de 35 años. La última vez fue España 82.
Sin embargo las posibilidades se manejan partido a partido. Pensar en el siguiente y hacer que el siguiente no se ponga como un cerquillo que impida la visión del compromiso futuro.
Es decir toda la atención en Bolivia en Lima. Encontrar las mil formas de que ileso no se vayan los del altiplano. Sin Paolo Guerrero en la oncena. Menos mal que hay jugadores que puedan reemplazarlo.
Ya dependerá de Ricardo Gareca hacer la mejor elección. Cada cual puede poner al delantero de su gusto. En porcentaje de aprobación el ‘9’ ante los bolivianos debe ser Raúl Ruidíaz.
Se maneja que sea Jefferson Farfán y hay más resistencia por la ‘Foquita’ porque hay resistencia de un sector que ha perdido la fe en el exaliancista. Total en fútbol todos pueden opinar pero el técnico es el que toma la decisión. Con tal que no se equivoque, todo bien.