Entrenador que no aporta, vivirá en el olvido

 

El técnico de Universitario, Angel Comizzo, desató su furia contra el juez de línea Pedro Vásquez por validar el gol de Janio Pósito en el empate de UTC ante Universitario por la fecha 16 del Torneo Clausura de la Liga 1.

Hubo posición adelantada es cierto. Y aunque mucho se ha tratado sobre los errores arbitrales, el hecho es que cuando se equivocan los de negro a favor nadie dice nada pero si es al revés la culpa de la derrota es del árbitro.

No es nuevo que los errores de los árbitros llame a polémica, nunca podrán satisfacer a cabalidad porque de ninguna manera existirá un arbitraje perfecto. Ello no se dará jamás. Es también parte de la esencia del espectáculo del fútbol que los llamados a implantar justicia se equivoquen.

Angel Comizzo es el más aplicado de los que reclaman con condimento de uso diario. Se ha sentido afectado porque según su propia expresión, le estropearon toda una semana de trabajo dedicado a planificar el partido contra los cajamarquinos.

Su enojo no tuvo límites, arreció con el linesman Pedro Vásquez y el árbitro principal Renzo Saldaña. En su ácido discurso no se salvó siquiera Ricardo Gareca al culparlo de colocar a Aldo Corzo de titular ante Colombia en Estados Unidos.

En su acalorada aparición en la conferencia de prensa post partido entre UTC vs Universitario, en su locuaz unipersonal culpó a medio mundo de la chance minimizada de Universitario de poder ganar el Torneo Clausura.

En este campeonato Comizzo ocupa el podio de los reclamantes, también Pablo Bengoechea en una salta de acusaciones que desdicen la capacidad de los entrenadores en su rol de cultivar valores y dejar enseñanzas.

De hecho que Comizzo no va encontrar un árbitro que lo satisfaga enteramente. Eso no puede pasar porque de otro modo se estaría pensando en otra cosa distinta.

El VAR se creó precisamente para resolver las dudas en el transcurso del juego y ahí seguramente Comizzo podrá no ser tan troglodita y seguramente tener tiempo para aportar algo distinto que deje un buen recuerdo a su paso por Ate.

Carlos Queiroz, el técnico de Colombia, se cuela entre los que salen del cuadro al afirmar que hace 20 años que ya no se juega con un ‘10’ en la cancha. Propone en su forma de dirigir que en estos tiempos no existen las funciones rígidas.

Sostiene que todos pueden hacer de delanteros, de aplicar tácticas defensivas y matricularse en un curso intensivo del fútbol total que ya antes Holanda puso de moda.

Marcelo Alberto Bielsa, el locuaz entrenador argentino, cuando fue consultado sobre las tácticas que usa en sus diferentes equipos respondió que gustaba que todos sus jugadores se pongan el overol para hacer un trabajo colectivo.

¿Y la presencia del 10? Respondió que si había algún talentoso era bienvenido pero es difícil que aparezcan en estos tiempos.

Ya ven, un entrenador que se respeta y aporta algo distinto, aparece en un listado aparte y podrán ser considerados como revolucionarios del fútbol y ello provoca preguntar ¿cuál es el legado de Comizzo?

 

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