Este coche debe caminar

 

La selección peruana inicia este 8 de octubre el difícil camino hacia Rusia 2018 ante Colombia en la calurosa Barranquilla. Luego vendrá Chile en Lima por lo que el combo de este comienzo, propone la mayor captura de puntos.

De hecho interesa saber cómo llegará el equipo al debut premundialista rodeado de ciertos deslices que no promueve tomar con buenos augurios este debut, que de otro lado, nos quitan el legítimo derecho de soñar.

La ausencia por lesión de Juan Manuel Vargas juega en contra. Su aporte en el equipo se hará extrañar, pero no hay que tomar todo a la tremenda porque el puesto lo puede cubrir Joshimar Yotún.

Jefferson Farfán llega al partido vestido con el traje de la indisciplina, con una lesión que aparece de la nada y criticado por su licencioso comportamiento para ser bocado apetitoso de la TV escandalosa.

Nada de malo tiene que muestre sus preferencias sentimentales con una dama del espectáculo, es su vida. Pero hacer todo un show a pocos días del cotejo contra los cafeteros, muestra su abierto rechazo a la bicolor.

Ricardo Gareca todavía no se muestra como un sargento para poner orden en la tropa y no dejar que todo lo bueno logrado en la Copa América 2015, se vaya por el desagüe. Es el momento que muestre su lado férreo para separar la manzana podrida.

Si Farfán no quiere ser parte del sueño mundialista, que lo diga. Total Christian Cueva está con la lámpara lista para frotarla y ser el reemplazo del fiestero que prefiere la discoteca como su casa de refugio.

Total, lo mejor es embarcarse con los que quieran ser parte del sueño mundialista. No vamos a un mundial hace una treintena de años, pero bien podemos encontrar futbolistas dispuestos a no hacer de una pista de baile y zona vip, el lugar habitual de un falso compromiso.

El resto del plantel está con las ganas intactas y eso es bueno saberlo. Tenemos un plantel corto por ello es que sufrimos cuando uno de los renombrados se apartan del compromiso asumido.

Colombia, el primer rival, tampoco escapa a deserciones obligadas por lesiones que en el mundo futbolístico, se presentan a menudo. El once de Pekerman en todo caso será el catador de nuestras ilusiones.

Un buen resultado en Barranquilla puede ser el molde donde calzar todo lo que venga. En esta clase de torneos tiene como principal inconveniente no disponerse de los jugadores por mucho tiempo. Es caminar en las pasarelas desarmables. De ver, llegar y ganar.

 

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