Estos “tigres” quieren la gloria

 

La clasificación a Rusia 2018 le caerá al fútbol peruano como anillo al dedo para que nuestro tercermundista aparato futbolístico mejore y se vaya al desagüe 36 años de frustraciones sin saber qué es estar en un mundial.

Los jóvenes que no saben de estos momentos de indescriptible sensación al fin podrán disfrutar lo que significa ver a la selección peruana en la vitrina del fútbol mundial.

Claro, falta todavía el partido ante Colombia para que todo sea realidad, un paso apenas para sellar el pasaporte. Con las alertas encendidas para que el pan no se vaya a quemar en la puerta del horno.

El partido ante Argentina en la Bombonera pertenece al recuerdo porque ya pasó. Solo quedan las imágenes del duro encuentro en el templo boquense, bullicioso y nada más, obligado a rifarse la amargura ante las atajadas de Pedro Gallese.

Fue espectacular la actuación del arquero peruano. Atajó de todo, no le dio chance a Messi ni a Benedetto, ni grietas expuestas a Javier Mascherano que desobedeció las órdenes de Jorge Sampaoli y se convirtió en un volante con llegada de gol.

Gallese le tapó la boca al periodista argentino que había dicho de él que era un ’arquero de medio pelo’. El golero del Veracruz en cada atajada dejó el alma, se disfrazó de superhéroe para poner el pecho donde se estrellaron los venenosos disparos de Biglia, Messi, Benedetto y Di María cuando intentaron vulnerar al blindado peruano.

Ahora viene Colombia, con la herida sangrante por la derrota sufrida ante Paraguay en Barranquilla. Ese fue el resultado menos esperado para la bicolor. En los cálculos estaba que los cafeteros llegaran a Lima clasificados.

No fue así y habrá que poner un doble esfuerzo para que Edgar Ospina, el arquero de los colombianos, pruebe el agrio sabor de los goles de Cueva, Guerrero, Carrillo y sufra por añadirá la temible aparición de ‘Orejas’ Flores.

Un paso apenas, un partido de 90 minutos nos separa de Rusia, tan cerca y lejos a la vez. Un esfuerzo más de los tigres de Gareca para que todo el esfuerzo hecho tenga el premio gordo.

Ricardo Gareca nos ha convencido de que es el técnico apropiado que necesitaba la selección peruana. Un entrenador que no era arropado por la crítica por tratarse de un inexperto en selecciones, sin buen currículo para que haga realidad el pedido de todos los peruanos.

Juan Carlos Oblitas, hay que decirlo, apostó por el ‘Tigre’. Se jugó la contratación y defendió al argentino en los momentos más complicados. Cuando fiel a nuestra costumbre utilizábamos la calculadora para saber nuestra suerte y más que ello convertirlo en librito de oraciones. Amén.

 

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