FARC: Narcos y disidentes en “territorios liberados”

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Ante la desmovilización de los guerrilleros de las FARC, en espera de entregar oficialmente sus armas, los carteles de narcotraficantes encabezados por el Clan Úsuga empezaron a tomar los “territorios liberados” en las zonas agrestes del departamento de Antioquia.

En el informe de las autoridades antioqueñas se denuncia que la población del Atrato se está armando para autodefenderse ya que los espacios que abandonó las Farc han sido tomados por el Clan Úsuga, quienes se encuentran cometiendo delitos en la zona, en una escalada de los carteles de la droga.

Los avances de los carteles de la droga se remontan desde noviembre pasado en los municipios de Vaupés, uno de los 32 departamentos de Colombia, situado en la Amazonía colombiana, donde Defensoría del Pueblo demandó  a las autoridades establecer medidas de protección a la población.

El problema se agravó ante el retiro ante el Frente Primero de las FARC y su compañía “Urias Cuella” así como la aparición de los eventuales disidentes guerrilleros que escaparon de los campamentos premunidos de armamento de guerra.

De acuerdo con la entidad, estos guerrilleros disidentes  vulnerarían los derechos fundamentales de la población de los municipios de Mitú, Carurú y Taraira.

En ese sentido, no se descarta que  el riesgo de reclutamiento forzado, extorsiones e intimidaciones podría presentarse en las próximas semanas.

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El Frente Primero se declaró en disidencia al proceso de paz adelantado entre el Gobierno y las FARC pero los líderes de la guerrilla se reunieron con varios disidentes y, finalmente, acordaron apoyar el acuerdo final.

No obstante, existe un pequeño grupo que no abandonará las armas, por lo que existe el riesgo de desplazamientos forzados y homicidios selectivos, ante lo cual la Defensoría pide que se tomen medidas de prevención y protección.

En momentos que la Comisión Tripartita investiga lo que realmente ocurrió en la finca Tailandia, en la vereda La Novia Celestial de San Vicente del Caguán, donde una mujer terminó muerta y su casa baleada, el ministro de Defensa Luis Carlos Villegas dijo que las Fuerzas Militares consideran que se registró un enfrentamiento entre guerrilleros de las Farc y hombres armados del Frente 14, disidentes de la guerrilla.

No obstante, existe un pequeño grupo que no abandonará las armas, por lo que existe el riesgo de desplazamientos forzados y homicidios selectivos, ante lo cual la Defensoría pide que se tomen medidas de prevención y protección.

“La versión que tienen nuestras Fuerzas, de campesinos de la región, es que se trató de un encuentro entre Farc, línea respetuosa del proceso de paz y disidentes”, explicó Villegas.

Y afirmó “que este incidente nos deja la urgencia del agrupamiento de las Farc en las zonas veredales, no solo para seguridad de la propia guerrilla, sino de la población, de nuestra fuerza pública, y sirve para diferenciar entre los que se deben proteger por estar en el proceso de paz y perseguir a quienes están delinquiendo”.

El MinDefensa se encuentra a la  que espera del informe de la Comisión Tripartita sobre este caso.

Cinco jefes disidentes

El ministerio de Defensa declaró a cinco jefes de frente de las Farc como objetivos de alto valor por cuanto las investigaciones demuestran que han sido sobre todos, claves en el negocio del narcotráfico de esa organización, señala un informe del diario colombiano El Espectador.

A través de las declaraciones del ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, se declaró como objetivo de alto valor para las fuerzas militares a cinco jefes de frente de las FARC, quienes se declararon en disidencia del proceso de paz en meses pasados.

“Los vamos a perseguir con contundencia porque el proceso de paz es serio. General (Alberto) Mejía (comandante del Ejército), queda la orden dada”, precisó Villegas.

Se trata de alias Gentil Duarte, alias Euclides Mora, alias John 40, alias Giovanny Chuspas y alias Julián Chollo, quienes fueron expulsados de las FARC  por entrar  “en contradicción” con la línea “político-militar” del movimiento guerrillero, que se encuentra ad portas de la dejación de armas.

En su comunicado las FARC indican que el camino de la paz “no debe ser obstaculizado por un grupo de insensatos que desconociendo los anhelos de paz (…), se lanzan por el despeñadero de la ambición personal disfrazando sus innobles propósitos tras fraseología de apariencia revolucionaria“.

Asimismo hicieron un llamado a sus disidentes para que “se aparten de la errada decisión que han tomado sus jefes inmediatos y regresen a las filas de las FARC donde serán acogidos por sus camaradas”.

Desde mediados del 2016, el Frente Primero de las Farc, que opera en Guaviare se declaró en disidencia del Secretariado de esa guerrilla.

 Con una carta fechada del 10 de junio del presente año, ese grupo decidió no concentrarse en zonas ni dejar las armas.

Se considera que esta estructura guerrillera, que en total sería de 120 hombres armados, se dedica casi de forma exclusiva al negocio del narcotráfico y y se advierte que los demás jefes de frente en disidencia tienen un rol clave en el manejo de cultivos, rutas y fabricación de los estupefacientes con los que se financió esta guerrilla durante el conflicto.

De esta manera se estableció que  los expulsados de las Farc tienen un perfil criminal cercano al narcotráfico más que a lo político, indica el rotativo colombiano que tuvo un papel preponderante en el combate al fenecido Cartel de Medellín de Pablo Escobar.

Se menciona que el  caso de Giovanny Chuspas, es paradigmático: asumió el mando del frente 16 de las Farc tras la muerte de Tomás Medina Caracas,  alias Negro Acacio, uno de los mandos de la guerrilla más cercanos al narcotráfico.

 Pero son dos, Gentil Duarte y John 40, quienes se han destacado por su papel en el narcotráfico. Y, según el secretariado de las Farc, están disfrazando de intenciones políticas una disidencia que tiene que ver exclusivamente con motivaciones económicas.

Miguel Botache Santillán, alias Gentil Duarte, fue durante muchos años el comandante del Frente Séptimo de las Farc, que operaba en los límites entre Meta y Guaviare. Era una figura clave para Bloque Oriental de las Farc, y además, tenía una fuerte influencia en los frentes  22, 27, 43, ‘Manuela Beltrán’ y ‘Camilo Tabaco’. Todos estos grupos tenían un papel decisivo en el cultivo y procesamiento de la coca.

En 2013, Gentil Duarte fue uno de los guerrilleros que se integró a la delegación en los diálogos de paz en La Habana pero regresó al país después de que el frente primero, considerado bastión ‘narco’ de la guerrilla, decidiera entrar en disidencia.

El secretariado de las Farc lo envió para comandar este frente y tratar de controlar la disidencia, pero en lugar de resolver la situación, se adhirió a los deseos de los sublevados  y desde entonces abandonó, junto a su grupo, las filas de la guerrilla.

Por su parte, Géner García Molina, alias John 40, ingresó a las filas de las Farc desde muy joven, después de haber pasado por las filas de las Juventudes Comunistas. Inicialmente inició en el Frente 31 de la guerrilla, pero se fue acercando cada vez más al negocio del narcotráfico en la clandestinidad.

Tanto así, que en 2010, se conoció un correo del fallecido Mono Jojoy en el que le pide al Secretariado hacerle un juicio revolucionario en el que se le castigara por su “indisciplina”.

Y es que era bien conocido que Jhon 40 llevaba una vida excéntrica en el Meta, donde operaba el frente del cual fue comandante durante su paso por la guerra: el séptimo.

Después de que su campamento fuEra atacado por la Fuerza Pública en 2008, John 40 debió rendirle cuentas a la organización, menciona “El Espectador”.

En el juicio, en el que no se le condenó a la pena de muerte, las Farc lo condenaron por “despilfarrar las finanzas” del grupo y “hacer quedar a la guerrilla al nivel de bandidos narcotraficantes de poca monta”. Por esta razón, lo degradaron de su cargo.

Dos de los jefes de la disidencia del Frente Primero de las Farc, alias ‘Danilo’ segundo comandante del Frente Primero y alias ‘Arturo’ jefe de finanzas, se habrían fugado con gruesas sumas de dinero, abandonando el campamento y los demás exguerrilleros que se oponen al proceso de paz con el Gobierno y están dedicados a negocios relacionados con el narcotráfico como manejo de las rutas de tráfico y el gramaje.

Según confirmó Caracol Radio, alias ‘Danilo’ quien era el segundo en la línea de mando después de ‘Iván Mordisco’, y quien habría fraguado parte de la disidencia de la guerrilla, huyó con ceca de $2.000 millones en efectivo.

El hecho se habría dado en inmediaciones del cacería La Paz, el Guaviare, zona donde  se mantienen los disidentes de las Farc. Pocos días después, se dio otra fuga un miembro de la organización quien también se voló con dinero en efectivo.

En este caso fue el jefe de finanzas de la organización, alias ‘Arturo, o el Flaco’, quien habría abandonado el campamento, acompañado de su novia con un botín de $500 millones. De este modo se estaría empezando a desintegrar la organización disidente cuyos miembros están estableciendo alianzas con otras candas criminales.

Tras  la Décima cumbre de las Farc, la última en armas, realizada en los Llanos del Yarí, quedó claro que no se trata de todo el Frente Primero, sino de una disidencia, ya que, incluso, el comandante de ese frente, alias Gentil Duarte, acudió a la reunión rebelde.

 

 

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