Gratitud hacia nuestros padres y abuelos

 

 “La gravedad del momento, tras la pandemia de la CIVUD-19, nos llama a todos a hacer algo más. Individualmente o como Iglesias locales, podemos hacer mucho por las personas mayores: orar por ellas, curar la enfermedad de la soledad, activar redes de solidaridad, y mucho más. Frente al escenario de una generación golpeada de una manera tan fuerte, estamos llamados a una responsabilidad común, que nace de la conciencia del valor inestimable de cada vida humana y por la gratitud hacia nuestros padres y abuelos. Debemos dedicar nuevas energías para defenderlos de esta tempestad, así como cada uno de nosotros ha sido protegido y ayudado en las pequeñas y grandes tormentas de la propia vida. No dejemos solas a las personas mayores, porque en la soledad el coronavirus cobra más vidas”.

Esta solicitud resulta inseparable del esfuerzo continuo para la difusión de los cuidados paliativos, objetivo impulsado también por la Academia Pontificia de la Vida, que convocó a finales de 2019 en Roma, junto con la Fundación Qatar, un simposio internacional sobre “Religión y ética médica: Cuidados paliativos y salud mental durante el envejecimiento”. Al presentarlo, el presidente de la Academia, Mons. Vincenzo Paglia, recordó el documento firmado el 28 de octubre con representantes de las tres religiones abrahámicas, y el Libro Blanco sobre la Promoción y Difusión de los Cuidados Paliativos en el Mundo, preparado por un grupo internacional de expertos y disponible en www.academyforlife.va. “Nos une –añadió- la voluntad de promover una ‘cultura paliativa’, tanto para responder a la tentación de la eutanasia y del suicidio asistido, como, sobre todo, para desarrollar una cultura del cuidado que nos permita ofrecer una compañía de amor hasta el pasaje de la muerte”.

Fuente:  https://www.ideasclaras.org/

 

 

Leave a Reply