No sabemos hasta donde podrá llegar Sport Huancayo en la Copa Sudamericana con el guiño que dio al eliminar a Liverpool uruguayo en su propia casa con un estupendo partido de los pupilos de Wilmar Valencia.
Cienciano no anduvo en medias tintas, años atrás, para ganar la Copa Sudamericana y Recopa pero fue otra historia que rozó con la hazaña y dejó una tremenda huella a seguir.
En este año de pandemia y contagios la marca difusa de Alianza Lima en la Copa Libertadores dejó claramente que pasaría a la historia de los faltantes la actuación nefasta de los blanquiazules y ahí también haciendo cola para el ridículo los de Binacional.
Digamos que ya no habría gozo ni alegría con los clubes pero aparece este Huancayo que ha dejado perplejos a los uruguayos candidatos siempre a quedarse con la mejor parte del postre.
Sin embargo el ‘Rojo matador’ apareció como una tromba para en algo lavar la imagen de lo que quedó el fútbol peruano en la Copa Libertadores, sin nada que queramos recordar.
El gol de Daniel Morales de tiro libre copia fiel del mejor estilo de la zurda prodigiosa de César Cueto, fue para ponerlo en un cuadro. Qué golazo, lindo y hermoso. Con valor agregado porque era un gol de visita y en una cancha difícil.
Cuando el empate estaba cantado apareció Carlos Neumann con un sombrero enorme batió al arquero local y quedó el 2-1 de un triunfo para sacarnos una sonrisa de felicidad. La jugada la inició Joel Pinto con un saque largo que desarmó a la defensa aurinegra.
Habrá que esperar qué podrá reparar a este Huancayo que tiene en Marcos Lliuya y Marcio Velarde dos referentes que le dan coloración a este once huancaíno que combina el buen fútbol y la claridad ofensiva.
Tiene Huancayo un largo recorrido en un torneo que solamente permite avanzar entre dos rivales que acceden a la instancia superior. Ahora en octavos de final le toca al equipo huancaíno meter la carga de fútbol para acercarse a las instancias finales del certamen.
Cienciano abrió el camino, dejó la huella a seguir y por coincidencia es otro equipo de provincia el que toma la posta. El equipo cusqueño hizo lo imposible, le toca a Huancayo beber de esa agua.
Wilmar Valencia es un entrenador de mucha sapiencia en el fútbol peruano, conoce el camarín porque hizo su carrera futbolística en Alianza Lima y como entrenador se le recuerda una gran campaña con Sporting Cristal.
El reto es de mayor índole, de una gran responsabilidad para que el fútbol peruano se pueda recuperar de un año cruel que ahora con el ‘Rojo matador’ esperamos algo mejor. Para cerrar mejor el año.