Juan José Muñante morirá nunca en el recuerdo de los peruanos que no olvidarán jamás sus veloces corridas por la franja derecha para llegar al córner como antesala del latigazo sin indulgencias para que sus cancerberos sufrieran sus apariciones por ese sector del gramado.
En el Perú fue el ‘Jet’ y en México ‘La Cobra’ apodos utilizados para destacar su velocidad de crucero cuando pegado a la línea con trancazos de velocista de 100 metros pasaba por esa parcela de la cancha que Juan José Muñante patentó como su propiedad. Con las justas sus celadores podían ver el ‘7’ en la espalda del pisqueño que pasaba como una luz al área rival.
En 1966 apareció Juan José Muñante como integrante del equipo del glorioso Colegio Guadalupe que bajo la dirección de José Chiarella obtuvo el título Sudamericano escolar.
Chiarella lo llevó al Sport Boys y es en el once porteño donde JJ Muñante empieza a escribir su historia que lo llevó a jugar por Universitario, México y mundialista con la selección peruana en Argentina 78.
En suelo azteca jugó por los Pumas de la UNAM al lado de Hugo Sánchez y el soberbio delantero brasileño Evanivaldo Castro Silva conocido como ‘Cabinho’ quien a su paso por el fútbol mexicano anotó 312 goles.
El Jet en cinco temporadas anotó mueve goles en cinco temporadas en un total de 130 partidos. Su larga permanencia avala la calidad de jugador comparado a Cubillas, Sotil, Cueto, Sotil y el ‘Patrón’ José Velásquez.
Juan José Muñante integró aquel equipo de Universitario de Deportes que en 1972 obtuvo el subtítulo de la Copa Libertadores. En la oncena crema estaban Héctor Chumpitaz, Eleazar Soria, Rubén Correa y Roberto Challe entre otros.
Didí no lo llevó a México 70 porque era muy joven y en su lugar prefirió a José Del Castillo y Julio Baylón. En el mundial de los argentinos, Muñante era dueño de puesto de puntero derecho y después del Mundial fue considerado uno de los mejores del mundo en ese puesto.
Muñante fue buena onda. No hablaba mucho, apenas lo necesario y era pocas las veces que reía para mostrar el diente de oro que al brillar le daba cierta gracia a su rostro moreno.
Se llevó bien con todos para una convivencia pacífica en los camarines y de ese modo hacerse de un nombre pero sobre todo por sus condiciones de futbolista encarador, dribbling largo y preciso para asistir a los compañeros mejor ubicados.
En las Eliminatorias para Argentina 78 fue autor del empate contra Chile en Santiago y ese gol suyo fue clave para la clasificación peruana para la Copa del Mundo organizado por los paisanos de Maradona.
Una cosa más que pinta de cuerpo entero a lo que fue Muñante. Antes de aquel memorable partido ante Escocia en el Mundial de Argentina, el entrenador escocés Alistar Mac Lead les dijo a sus pupilos: “Marquen bien al número siete, es resto es rutina”.
En el fútbol peruano no ha aparecido un puntero derecho de sus condiciones. Tim, el brasileño que llevó a la selección peruana al Mundial de España 82 inventó el ‘puntero mentiroso’ solo para disimular la ausencia de un delantero como Juan José Muñante.