Juan José Tan en el mundillo del fútbol es reconocido por su incansable trabajo con una sumatoria de logros como que fue entrenador de Alianza Lima y Universitario, técnico de las selecciones peruanas, distinguido con los Laureles Deportivos, presidente de la Asociación Nacional de Entrenadores y llegó a ocupar un alto cargo en el IPD.
Logró todo y nadie le regaló nada en más de 40 años metido en el fútbol desde que se dio a conocer cuando el Capitán Coutinho, profesional integrante del Comando Técnico de Brasil que logró en México 70 el título mundial, fue llamado para formar parte del comando técnico del Perú rumbo al Mundial de Alemania 74.
El entrenador era Roberto Scarone y parte del grupo de trabajo también fue integrado por Rigoberto Obregón y Javier Beltrán, todos ellos recién egresados de la Escuela de Educación Física de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Juan José Tan tuvo un antes en su vida que nunca ventiló. Siempre preocupado en mantener perfil bajo, lejos de los ‘flashes’, encerrado en un anonimato detrás de las gafas oscuras que le han servido para ocultar sus ojos rasgados y tener una ventana para chequear el mundo que lo rodea, su más grande secreto fue muy bien guardado para que su pasado no forme parte de la comidilla callejera.
Tan apareció en el fútbol al lado de los palomillas de antes, rebeldes mozalbetes alejados de los terrenos de la delincuencia. Hay que aclarar para evitar malos entendidos.
Estudió en la entonces GUE Ricardo Bentín y fue ahí donde conoció a Teófilo Cubillas e intercambió el fútbol exquisito de César Cueto, conoció a Miguel Company y también al desaparecido Reynaldo Barquero en comparecencia con los bravos de un séquito de temer en las cercanías del desaparecido Cine Diana, Tan jugó en el Necochea un equipo de barrio emblemático en el populoso distrito de Abajo el Puente. Necochea era el rival eterno del ‘Peruano’ un club del Malecón Rímac cuyo mecenas fue el recordado ‘Chino’ Pepe, utilero de Alianza Lima.
También estuvo en equipos amateurs como el Ciclista Lima y luego con Sporting Cristal cuando no llegaba a los 14 años pero fue en el equipo rimense donde supo que tenía un problema en el corazón.
Desconoció el hallazgo médico y recaló en el ADO un equipo del Callao donde acabó siendo el entrenador y por esas cosas del fútbol, saboreó allí el dulce sabor del éxito, al lograr el ascenso al fútbol profesional.
No se detuvo y se fue haciendo de un nombre en el fútbol como ser parte del comando técnico al lado de Marcos Calderón en el logro de la Copa América 75 en aquella final de Caracas donde con gol de Hugo ‘Cholo’ Sotil se le ganó a Colombia.
Un acontecimiento poco conocido de Juan José Tan fue la vez que Agustín Merino, entonces presidente de Alianza Lima, le encargó armar un nuevo equipo dado que luego de los títulos del 77 y 78 las principales figuras se fueron al extranjero.
Tan recuerda que en su búsqueda encontró muchachos que salieron a la palestra con un ímpetu avasallador conocidos después como los potrillos. ¿Es usted el padre futbolístico de los potrillos?
Tan dice que un Día de la Madre, las progenitoras de Escobar, Farfán, Casanova, en un restaurante miraflorino se lo hicieron saber.