La Bombonera no asusta

 

Estamos a dos pasos de ir al Mundial de Rusia 2018 con mal disimulada ilusión de encontrar la rendija por donde colarnos y acabar con los años de frustraciones de no estar clasificados para la cita mundialista.

Será en octubre, mes morado, mes de los milagros, donde pelearemos el cupo mundialista ante dos rivales tan macizos que vuelve más atractiva la gesta que está por venir.

La clasificación está en nuestras narices y solo habrá que ganar dos partidos ante Argentina y Colombia. Nada fácil pero ¿cuándo las cosas han sido fáciles para el fútbol peruano?

El primer adversario será la Argentina de Messi, Agüero y Mascherano, un equipo galáctico que reúne luminarias pero no forma un equipo y eso es la fortaleza peruana. Difícil que Sampaoli que en tres días arme una sólida alineación.

Perú tiene consolidado un oncena que no es de ahora sino fruto de un trabajo minucioso, bien trabajado por Ricardo Gareca entre las espinas de sus detractores y los sobones que nunca faltan.

El fixture, mejor dicho el destino, nos coloca en esa búsqueda en un sitio histórico donde Oswaldo ‘Cachito’ Ramírez probó que estaba configurado como el verdugo de los argentinos.

Ocurrió en 1969 y muchos años más, en una centuria distinta, el 2018, habrá de escribir un nuevo capítulo en un escenario que los propios argentinos han elegido con el propósito de intimidarnos y sacar tajada de todas las argucias que la propia FIFA permite.

Los argentinos agotan todo lo que les permite el juego sucio para sacarnos de carrera. Lo peor para ellos es que el fantasma del 69 no les deja dormir. Han salido con su gusto de que se juegue en la Bombonera pero podría convertirse en una decisión que podría revertir en contra.

La Bombonera se convierte en un fortín candente cuando juega Boca. El rival es Argentina y esa pasión se desvanece. Eso juega a favor para que la selección peruana soporte una presión moderada.

La Bombonera no es tan fiera como para asustar a los peruanos que se han olvidado del partido mientras en el territorio gaucho preparan la parrillada en una hora temprana.

Lo bueno es que Perú depende de sí mismo, sin que otros resultados modifiquen su bien ganada ubicación de un cuarto puesto que deberá defender porque ese sitio es zona de clasificación directa.

Quedará ahora lo que planifique Ricardo Gareca. Será el responsable de la táctica a usarse, del modo cómo se jugará para que Argentina eligiendo la Bombonera se han disparado a los pies.

 

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