José Sánchez Cáceres ha muerto. Fue en vida un periodista que desde sus trincheras, llenas de peruanidad, hizo mucho por la canción popular de nuestra patria. Fueron más de cincuenta años que, con una tenacidad digna de destacar, dio todo de sí para que se mantuvieran en alto las banderas del cancionero criollo. Intérpretes y compositores disfrutaron de su amistad y porqué no decirlo, en muchos casos, hasta de su generosidad. Había nacido y crecido en los Barrios Altos, pero igual mostraba su figura de hombre fraterno, querendón y educado en Abajo el Puente, El Chirimoyo, Cuartel Primero, La Victoria y tantos rincones limeños, en donde la bella gama del cancionero costeño se lucía en todo su esplendor.
En uno de sus mayores esfuerzos por revalorizar tan preciado presente del folklore peruano, editó la revista “Criollismo”, sumando la experiencia que asimiló brevemente pero con sabiduría, colaborando en los diarios El Comercio, La República, entre otros de prestigio. La circulación de ese aporte a la tradición peruana fue fruto de su férrea voluntad. No había presupuesto editorial que lo desalentara y siguió firme en esa tarea, hasta el minuto final.
A ello sumó su presencia asociada como miembro de la histórica Asociación Nacional de Periodistas del Perú. A punta de valsecitos, polcas y marineras y, por supuesto, de festejos y tonderos, mostró, también, su capacidad de convocatoria y promoción gremialista. Fue el gran animador de las recordadas peñas criollas que se dieron en la sede del jirón Huancavelica 320. Jesús Vásquez, Rafael Matallana, Pedro Otiniano, Lucha Reyes, en una larga relación de etcéteras, que pisco peruano va y pisco peruano viene, en su mesa no faltaba su entusiasmo por organizar sindicalmente a los periodistas.
El más reciente 31 de octubre envió su último saludo. Se sentía mal de salud, pero jamás de la necesidad de recordar la fecha. Recordó a sus más caros amigos y tuvo en memoria que dejaba como herencia a un hijo, periodista profesional, que al lado de su amada compañera, se forjó en las aulas respetadas de Bausate y Meza. En este minuto final, rendimos homenaje al compañero gremial, al hermano de lucha sociales y al amigo de toda la vida.