La exitosa peluquera

 

Recuerdo como si fuera ayer, cierta tarde pachanguera, en el local que alguna vez tuvo el Sindicato de trabajadores de “La República”. No sé lo que celebrábamos, pero es posible que se tratara de “La Alegría de Vivir”, quién sabe. Se lucía multiplicando risas y coqueterías, una extraña y desgarbada dama que jamás supe quién había introducido al tema. Pero ahí estaba.

Recuerdo que en algún momento, le preguntó a mi mujer, si acaso “era mi hermana” y en un aparte chismoso, “El Chino” Domínguez me confidenció, que se trataba de una estilista en “cortes y peinados” que acababa de llegar, nada menos que de París.

Parecía –en términos generales- moverse en busca de un “ligue”, aunque sin mayor fortuna. No volví a saber de ella, hasta que de pronto, la vi aparecer adulando al hoy “indultado” Kenya, en un raíd pesquero a lo largo de un río selvático. “El Chino”, meloso él, le elogiaba la minifalda y la supuesta belleza de sus piernas.

Bueno, hay cosas que sólo se ven con ojos orientales, pues.

Y de pronto, la extraña peluquera, apareció co-animando un polémico Teve-programa al que me invitaron una vez, junto con “El loco” Poggi.

No me extrañó verla en tales funciones, porque a lo largo de mi carrera, ya creo haberlo visto todo, o casi todo. Aunque ustedes no lo crean.

Después, parece que un día se le acabó el gas al programa y ambos conductores debutaron “pateando latas”. Lo cierto es que no volví a saber de ellos, durante un largo tiempo. Pero las historias extrañas, no suelen terminar muy fácilmente. Y a mí, parecen perseguirme.

Hace un par de meses, “la Peluquera de París”, reapareció en la prensa, escrita proclamando una experiencia de 30 años en el negocio y floreándose de lo lindo, en un tabloide que después de una brillante trayectoria-lamentablemente, ha empezado a palidecer hace unas noches.

Pero lo “gracioso” del asunto, es que la susodicha “ex estilista”, no sólo es ahora, reportera “estrella”, sino además columnista y hace un par de días, abordó la difícil tarea de ensayar como “humorista”, defendiendo a forro a Keiko, apodando al fiscal del caso y dictando cátedra a los mortales infelices que trabajamos en comunicaciones desde hace cincuenta años y alguito más.

Y no sé cómo explicar esta meteórica proyección al deslumbre periodístico, o esos “treinta años de experiencia”, que jamás pude conocer a lo largo de mi reconocida militancia en estas controversiales lides.

Bueno pues, en este extraño país en el que una numerosa y bullanguera hueste, votó reiteradamente por un ciudadano japonés y hoy apoya con denuedo, pancartas y convulsiones histéricas a su heredera descendiente, calificada por el Poder Judicial y el Ministerio Publico, como lideresa de una “Organización Criminal”, ya nada debiera causarnos extrañeza.

Pero, me pregunto yo, ¿no sería plausible que nuestro “Colegio de Periodistas”, que acaba de galardonarnos a los “veteranos” en el oficio, con la Orden “José Carlos Mariátegui”, nada menos, investigara la exitosa fortuna de esta extraña peluquera, alguna vez personaje de programas cómicos. Después de haberse declarado “psicóloga”.?…

Quizás estamos ignorando a una suerte de Oriana Falacci, o cosa parecida. Todo es posible en nuestro país de asombros y enmascarados.

Aquí florece un ex – locutor radial bonaerense, que llegó a Lima contando su “injusto” despido por haber discrepado públicamente de su empresario, pero aquí, los “chifleros profesionales” – que lamentablemente, son plaga- lo convirtieron en “Catedrático” de una ficha university, polémico articulista (más tarde expulsado por comprobado plagio reiterado), del mismo diario que hoy cobija a “La Peluquera Maravillosa”. Cosas que tiene la vida. Pero, el citado che –que no es Guevara- fue también largamente conductor de un Teve- programa de Canal Siete y aún hoy, escribe en el diario del “Estalinista Piojoso” y es requerido por un par de politiqueros que lo emplean algo así, como consejero y eventual “negro” de sus mamarrachos discursivos.

Y todo esto, mientras numerosos experimentados colegas tundeteclas,” rajan los tamangos”, por la dura calleja del desempleo.

¿Será de que deben “nacionalizarse” argentinos… debutar como estilistas “pparisinos”, o adulones de algún ponja que reinventa la “Yacuza”?

Tiene la palabra nuestro respetado Decano de la Orden periodística. El silencio, también puede hacer daño. Sobre todo, en exceso.

 

Leave a Reply