La fuente mágica

 

Allá en los lejanos tiempos en que amarraban a los perros con salchicha, los gringos que son tan inteligentes, oiga usted, decidieron construir y, a su tiempo, inaugurar tremendo ferrocarril que invadiera, sin cowboys los territorios que siempre fueron de los “pieles rojas”, hasta que Hollywood decidió lo contrario.

Y entonces pues, como hacen los primos de Trump, para guardar la apariencia de buena gente, invitaron al Gran Jefe “Toro Sentado”, a realizar el inaugural viaje del “Monstruo de Fierro”, aceptando que viajara con  su “Richard Jazz”, en este caso “Zorro Veloz”, para que lo fuera embobinando por el camino, sin Karens ni alarcograbaciones.

Desde luego, el tiro era más largo que noviazgo de misio y entonces, el ilustre invitado, dijo como quien traduce al Gran Espíritu: “Gran Jefe, tener sed”, a lo cual el acucioso chupamedias, que recién se habían inventado, acotó: “Zorro Veloz” traer agua”. Y así diciendo embaló rumbo a la “wáter-caben” y sobre el pucho retornó “Basilio” en mano, para ofrendar a su maestro, luz y bamba el prodigioso elixir  de la “Fuente Mágica” que  el poderoso “Toro Sentado” sorbió presuroso, cual quinceañera en su primer chupete.

Ahicito nomás, un Gary Cooper, que hacía de “Rail-Mozo”, interrogó a su ilustre invitado con una levantadita de cejas, que el robusto jefazo correspondió con un gruñido que en lenguaje sioux, quiere decir “como cuete” y así siguieron las cosas mientras el “Búfalo de Hierro”, hacía “chú-chú” mismo “Tren de Chatanuga”, que antiguamente bailaba “El Colorao Belmont” en las jaranas carnavalera del “Lawn Tennis”.

Pero resulta que el tramo a través del  “Fair West”, se estiraba más que telellorona turca y el mandamás de los “Indian Boys”, seguía más sediento que el Chato Barraza  en mañana de lunes y entonces, ya con un gesto convenido, ordenó a su ayayero Namber guan, que fuera al wáter por más agua, orden que el  leal “Zorro Viejo”, se apresuró a intentar, ya que intentar y cumplir son como ese viejo bolero que se llamaba “Somos Diferentes”.

Y, segundos más tarde, el mensajero del semidiós, reapareció de vuelta, saliendo del wáter closed que dicen los gringos. Y mostrando el funcional vasito acartonado, innegablemente vacío, proclamo solemne:

“No más agua… Cara Pálido haciendo puf sobre la fuente mágica”. Fin de esta breve historia que escribió la sublime Alexchamber, hoy asesorada por Budín Kojac, que como siempre, nunca-jamás, dará pie con bola.

 

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