La ley es dura, pero es la ley

 

“Dura lex sed lex”, es una máxima jurídica la misma que, expresa la necesidad y obligación de respetar y aplicar la ley en todos los casos. Sea cual sea la condición política, económica o social del ciudadano, está expresión que tiene origen latino, nos dice que es, necesario y obligatorio, el respeto y la obligación de aplicar la ley en todos los casos. Puede resultar rigurosa o excesiva, manifestar “la ley es dura, pero es la ley”. A lo largo del tiempo y de las experiencias ocurridas, tal necesidad y tal respeto ha tenido efecto positivo para la convivencia humana. ¿Se ha acatado a todos por igual? Esa es otra interrogante que también debería despejarse.

Es comprensible que, en estos momentos, haya voces que consideran que se está produciendo un exceso en la aplicación de la ley. Algo más, hay quienes solicitan una flexibilización, en el caso peruano, del texto legislativo, tanto que inclusive se propone que en caso de abuso, el juez sea objeto de denuncia penal.

De por medio se advierte la sensibilidad ante el drama ajeno que sufren, quienes en estos momentos están siendo juzgados por, supuestamente, haber actuado en contra de la ley y haberse prestado a las apetencias del dinero. Aunque este haya llegado de manera ilícita y perjudicado la transparencia de los negocios del Estado. Tan es así, que no hace mucho, se puso en boga la censurable frase: “Roba pero hace obra”.

Lo singular que ante la expresión, luego de un escrutinio público, en la capital de la república se dio a conocer que el 59% de los limeños prefería que el próximo alcalde de Lima “hiciera obra aunque robe”.  Quienes rechazaron tal declaración, la calificaron de frase dramática, de slogan terrible, de un tumor maligno en nuestra sociedad. Actitud  que, por otro lado, solo contaba con un tímido 16% de respaldo contra el robo, mientras un 25% se inclinaba por el silencio sepulcral. ¿Esta actitud ciudadana, debe continuar? Usted conteste.

La propuesta para modificar la  norma correspondiente a la detención preventiva está en camino. El debate legislativo nos dirá sí, efectivamente, contamos con una representación parlamentaria que, no solamente legisle a la luz de los hechos vigentes, sino que también tenga la suficiente visión para hacer de la ley un instrumento que vaya más allá de las consideraciones y apetencias personales, e inaugure una forma de entender el derecho en el sometimiento a la ley escrita.

El tema tiene la mayor importancia para el Perú de hoy y mañana. En principio hay que respetar el cumplimiento de la ley. Y esto significa que hay que tener en cuenta que el Ministerio Público es titular del ejercicio público, de la acción penal en los delitos y tiene el deber de la carga de la prueba. Además, está obligado a actuar con objetividad, indagando los hechos constitutivos del delito, los que determinen y acrediten la responsabilidad o inocencia del imputado. Con esa finalidad conduce y controla jurídicamente los actos de investigación que realiza la Policía Nacional.

¿Hay excesos? ¿Se aplica la prisión preventiva, con objetividad? Estas interrogantes forman parte de la problemática jurídica, pero al mismo tiempo, de la necesidad de lograr que la ley sea objeto de alteraciones o interpretaciones personales que podrían beneficiar a unos y perjudicar a otros. “La ley es dura, pero es la ley”. La ley debe ser ineludible e igual para todos, es preciso que se cumpla y se le respete.

 

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