La obsesión perversa de Guasón: James Holmes

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Condenado a 3.318 años de cárcel , doce cadenas perpetuas, por la masacre perpetrada en el estreno de una película de la saga de Batman, su caso sigue rodeado de misterio y una tortuosa fascinaciòn por la violencia.

A mediados del siglo pasado, Batman era el símbolo de la lucha por la justicia , tanto en los comics como en el celuloide, con aventuras sencillas y hasta ingenuas, combatiendo al malvado Guasòn, hasta que la leyenda revivió con los adelantos tecnológicos, batimòviles espectaculares y un escenario gótico.

https://www.youtube.com/watch?v=83n9px4pFyA

De la misma manera creció la sombra del Guasón, con una perversidad que lindaba en lo demoníaco y tortuoso, convirtiéndose en el antihéroe de personas traumadas que, fascinadas por la violencia, liberaron sus demonios interiores màs allá de la fantasìa.

La masacre en  Denver

Hijo de Arlene Holmes, una enfermera, y Robert M. Holmes, quien  trabaja como científico, James Holmes era conocido por su carácter afable , jugaba fútbol y  asistía con su familia a una iglesia luterana local.

Era un joven estudioso y amable,  el verano de 2006, obtuvo una pasantía y trabajó en el Instituto Salk, donde fue asignado para escribir un código de computadora para un experimento.

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Holmes, quien fue descrito por su supervisor como persistente, poco comunicativo y socialmente inepto , comenzó a dar signos  de un comportamiento sociopático cuando  presentó su proyecto a los otros internos al final de la pasantía, pero nunca la completó.

Parecìa un pasaje superado pero la procesoión iba por dentro.  No obstante desde el 2006  asistió a la Universidad de California, Riverside (UCR), obteniendo en 2010 su título de Bachelor of Science en neurociencia con altos honores graduándose  dentro del 1% más alto de su promoción .

Se presentaba como ciudadano ejemplar y las  cartas redcomendacion de la universidad lo presentaban como “un líder grupal muy eficaz” y “una persona que asume un papel activo en su educación y trae al salón de clases una gran cantidad de madurez intelectual y emocional”.

En el verano de 2008, Holmes trabajó como consejero en un campamento de verano en Glendale, California, atendiendo niños especiales con edades comprendidas entre 7 y 14 años. Estuvo a cargo de 10 niños y no tuvo ningún problema disciplinario.

En junio de 2011, Holmes se matriculó en la Universidad de Colorado en Denver para cursar un Doctorado en neurociencia en el Campus Médico Anschutz, en Aurora. Estaba bajo tratamiento psiquiátrico por razones no explicadas, cargo la Dra. Lynne Fenton, de quien se ha discutido su corresponsabilidad psiquiátrica en la masacre.

Su comportamiento comenzó a tener reacciones extrañas desde que  recibió una carta de admisión a la UIUC, donde se le ofrecía un estipendio de 22.600 dólares y educación gratuita, rechazóando la oferta por motivos desconocidos.

Al año siguiente su desempeño académico declinó, obteniendo un bajo puntaje en el exámen comprehensivo de primavera. La universidad no planeaba expulsarlo pero Holmes ya estaba tramitando su retiro.

Fascinaciòn por la violencia

En Aurora, James Holmes decidió vivir en un apartamento unipersonal  fr un edificio de la Calle Paris junto a otros estudiantes involucrados en estudios de salud, y en su solicitud de alquiler, se describió como “tranquilo y tratable”.

Fascinado por las aventuras y la violencia lo llevó a convertirse enfanático de los superhéroes, especialmente de  Batman, cuyos posters y fotografías  abundaban en su departamento.

Aparentemente deseaba sentirse temible y a los que le rodeaban  comentaba de los síntomas que suponían la presencia de una enfermedad mental, además de alertarlos sobre su potencial peligrosidad algún tiempo antes del tiroteo.

Aparentemente estaba planeando su crimen y presentarse como paciente con alteraciones mentales para ser declarado inimputable, lo que revela su estremecedora serenidad y comportamiento psicópata, completamente amoral.

No obstante distinguía el bien del mal pero prosiguiò con sus “preparativos” y dos semanas antes de la masacre envió un mensaje de texto críptico y extraño a una estudiante cuya identidad se desconoce, en el que le preguntaba si había oído hablar de la “manía disfórica”.

Ella respondió, preguntando si esta condición podía ser tratada. El replicó en otro mensaje “lo era”, y añadió “deberías alejarte de mí, porque soy malas noticias (I am bad news)”.

Camino al infierno

El 22 de mayo de 2012, James Holmes empezó su camino sin retorno al infierno al comprar su primer arma, una pistola Glock 22 calibren,  en la  tienda  Gander Mountain, situada en Aurora, sin mayores contratiempos.

La facilidad con que adquirió la pistola lo llevò, seis días más tarde, a  comprar una escopeta Remington 870 en Bass Pro Shop, una tienda ubicada en Denver. A nadie le llamò la atención ni le hicieron preguntas.

 El 7 de junio, tras  reprobar su examen oral en la universidad, esta vez confiado compró un fusil semiautomático AR-15, así como una segunda pistola Glock  el 6 de julio , con los respectivos tràmites legales y tampoco nadie le hizo preguntas incòmodas.

Cuatro meses antes de la masacre, envalentonado por la facilidad que le daban los armeros,  más interesados en sus negocios que en la seguridad ciudadana, James Holmes compró 3.000 balas para las pistolas, 3.000 balas para el AR-15 y 350 cartuchos para la escopeta por Internet.

https://www.youtube.com/watch?v=z-BGepguCOc

Despuès hizo un pedido para un chaleco de combate Blackhawk, dos portacargadores y un cuchillo en una tienda en línea, como si marchase a la guerra.

El 25 de junio, menos de un mes antes del tiroteo, envió por correo electrónico una solicitud para unirse a un club de tiro en Byers, Colorado, donde el propietario, Glenn Rotkovich, lo llamó varias veces para invitarlo a una orientación obligatoria, pero sus llamadas eran siempre dirigidas a su correo de voz.

De acuerdo a lo que pudo oír grabado en su contestadora, describió a James Holmes como “bizarro y friki”, y el mensaje como “gutural, hablado con voz gruesa, incoherente y divagante”.

Rotkovich indicó a sus empleados que lo informaran si Holmes aparecía, aunque éste nunca se presentó al polígono de tiro ni volvió a llamar.

“En retropsectiva, en caso que hubiese visto las películas, tal vez diría que era como el Joker. Yo le hubiese quitado lo gracioso, era como alguien que trataba de ser lo más raro posible”, dijo Rotkovich sin darle mayor importancia

Una máquina de matar

El 20 de julio de 2012, James entró en el cine Century con una máscara de gas y con el pelo teñido de rojo para simular un suceso del comic The Dark Knight Returns, en el que un sujeto de cabello rojo, perturbado por el estrés en su trabajo y por mensajes subliminales contenidos en la canción Stairway to Heaven, ingresa a una funciòn para adultos y asesina a varias personas.

Del mismo modo y obsesionado por la sombrafigura del Guasòn, James Holmes se dirigió a la sala donde se estaba proyectando la película The Dark Knight Rises y abrió fuego. Mató a 12 personas e hirió a 58.

Al salir del cine, con pasmosa serenidad se dirigió a su automóvil, que habìa dejado estacionado y donde lo arrestò la policía sin oponer resistencia. Los oficiales que lo intervinieron recuperaron varias armas dentro del cine y en el interior del automóvil.

Según dos autoridades federales, James Holmes se había teñido de rojo su pelo y se hacía llamar “El Joker” o “Guasòn”.

Lejos de arrepentirse por la masacre, James Holmes advirtió a la policía que había instalado trampas cazabobos en su apartamento antes de dirigirse al cine. La policía confirmó más tarde la presencia de artefactos explosivos en el apartamento.

Morirà tras las rejas

James Holmes inicialmente fue encarcelado en el Centro de Detención de Arapahoe, bajo vigilancia de suicidio, en  un régimen de incomunicación para protegerlo de los demás reclusos, una medida de rutina para casos de alto perfil.

El 23 de julio de 2012, hizo su primera comparecencia en Centennial, Colorado, ante el juez William B. Sylvester.Se le leyeron sus derechos y no se le ofreció fianza. El magistrado emitió una orden de protección obligatoria y designó un defensor público.

James Holmes no dijo nada y nunca miró al juez, mientras maquinaba presentar su caso como vìctima de una paranoia, en busca de ser declarado inimputable-

Su apariencia, que fue descrita como “alelada”y  “confundida”, alimentó las especulaciones sobre su salud mental.

Los cargos formales se presentaron el 30 de julio de 2012, incluyendo 24 por asesinato, 116 por intento de asesinato, posesión de explosivos e incitación a la violencia. Los múltiples cargos expanden las oportunidades de los fiscales para obtener condenas. Por cada asesinato, un cargo incluía asesinato con deliberación y el otro asesinato con suma indiferencia.

El 9 de agosto, los abogados de James Holmes adujeron que su cliente padecía una enfermedad mental y necesitaban más tiempo para conocerla en detalle. La divulgación se hizo en una audiencia en Centennial, donde los canales de noticias le pedían a un juez que desecretize registros de la corte sobre el caso.

Ante las evidentes maniobras dilatorias , los fiscales señalaron  que les tomará varias semanas o meses decidir si pedirán pena de muerte, ya que el proceso iba a ser bastante largo. Los familiares de los fallecidos y heridos optaron entonces por pedir cadena perpetua para el asesino.

El 10 de enero de 2013, un juez ha decidido que, con toda la evidencia del caso, Holmes ya era competente para afrontar un juicio el cual tuvo lugar en marzo de 2013.

El 1 de abril, los fiscales anunciaron que pedirían la pena de muerte para el juicio.

El  7 de agosto de 2015 James Holmes fue condenado a doce cadenas perpetuas, por cada una de las víctimas, es decir   a pasar la vida en prisión sin derecho a libertad anticipada,  escapando de la pena capital.

Fue condenado a 3.318 años de cárcel a James Holmes por la muerte en 2012 de 12 personas en un cine de la ciudad de Aurora, en el estado occidental de Colorado, en EEUU, después de que a principios de agosto un jurado pidiera para él la cadena perpetua.

James Holmes, cuyo crimen causó también 70 heridos, escuchó de pie y con aparente calma en el juzgado la lectura de la sentencia del magistrado.

“Es la decisión de esta corte que el acusado nunca vuelva a poner un pie en la sociedad”, destacó el magistrado Carlos Samour Jr., después de formalizar la decisión del jurado, que en agosto eligió enviar a James Holmes, que ahora tiene 27 años, a prisión de por vida en vez de condenarle a muerte, como pedía la Fiscalía.

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