La ola viene con todo

 

El año que se inicia llega con una ola de buenos augurios, sonrisas a granel y dudas que nunca faltan. El Descentralizado 2017 pinta bien, atractivo y lleno de emoción, la selección peruana por su parte dejará todavía algunas satisfacciones y las dudas se acuñan en la participación de los clubes peruanos en la Copa Libertadores.

Se puede esperar algo bueno del fútbol, sobretodo en el cometido de encontrar talentos sin la pretensión ni la resonancia de un émulo de Gabriel Jesús, la nueva joya del Brasil que con 19 años ya se encuentra en el Manchester City.

Si un jugador peruano emerge clonado con el éxito se tendrá la certeza de que por estas tierras de los incas tendremos de regreso a jugadores de la talla de Hugo Sotil, César Cueto o Teófilo Cubillas.

No hay que perder las esperanzas, se puede esperar que en los recónditos escondrijos de las penumbras habrán de aparecer jugadores que sintonicen con los astros brasileños, argentinos o uruguayos que por ahora se nos niega.

Paolo Guerrero, Christian Cueva, Alberto Rodríguez, André Carrillo, Raúl Ruidíaz y ‘Orejas’ Flores fisgonean entre marquesinas de las luminarias pero falta descifrar el código de lo exultante.

Debemos reconocer Ricardo Gareca está en el camino correcto al darles cabida en la selección bicolor a jugadores que antes no era utilizados ni siquiera como piezas de recambio.

Un ejemplo se viene a la mente. El caso de Renato Tapia que nadie lo tenía pero que el ‘Tigre’ le dio la confianza, lo colocó en el puesto ideal y el mediocampista del Feyenoord que no servía ni siquiera como fusible, es titular inamovible.

En cuanto al campeonato 2017 llega con una buena dosis de esperanza al haberse confeccionado un campeonato atractivo que goza de buena aceptación. Si prende en el fervor del hincha, no estaría demás pedir que se mantenga.

Debe acabar aquello de que cada año hay un nuevo formato que confunde en lugar de obtener el cariño de las gradas. En otros países que han alcanzado desarrollo futbolístico, no se cambia nada y ahí están, remozados y frescos.

Finalmente la participación en Copa Libertadores es una incertidumbre por el pasado de poca algarabía donde nuestros clubes no pasaban siquiera a la siguiente ronda.

La participación de FBC Melgar en la edición copera del 2016 fue un desastre, no ganó el equipo mistiano un solo partido y encima humillado en su propio reducto mistiano.

El once characato está de nuevo en la Copa Libertadores. Será la ocasión de cobrarse su revancha, con la mirada puesta en un objetivo que no repita el maltrato a la que fue sometido en la pasada edición copera.

 

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