La Sub 23 y un primer análisis de Gareca mirando las Eliminatorias Qatar 2022

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A los pocos minutos de iniciado el partido entre las Sub 23 de Perú y Paraguay, las cámaras de Televisión enfocaron los rostros de Ricardo Gareca (el 10 de febrero cumple 62 años) y Eduardo ‘Toto’ Berizzo (argentino, como Gareca, con 50 años). Y sus rostros siempre aparecieron en el transcurso del partido que los peruanos terminaron ganando 3-2 luego de haber estado en desventaja de 0-2. Gareca tenía al lado en la tribuna del estadio Centenario de Armenia a su principal asistente técnico y ‘todo oídos’ Sergio Santín. A Berizzo nadie. Total, quién lo ha apoyado toda la vida en esa función de asistente técnico estaba al borde de la cancha como DT del Sub 23 paraguayo: el argentino Ernesto Marcucci al que conoce desde niño e incluso lo reemplazó en el Sevilla cuando al ‘Toto’ lo operaron de cáncer a la próstata.

Historia aparte, el partido, además, de la trascendencia de los tres puntos en una eliminatoria tan corta donde la clasificación final da dos cupos para las Olimpiadas de Tokio este año, tenía otros capítulos muy inherentes a lo que los aficionados peruanos y paraguayos esperan -Gareca y Berizzo, con responsabilidades por igual- mirando las Eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022 que ya comienzan dentro de dos meses.

Y justo a ambas selecciones de mayores, en este caso, les toca enfrentarse en marzo en su primer partido Eliminatorio. De los capítulos que cité antes y que voy a ir tocando más abajo, está en que ambos entrenadores requieren fijarse muy puntualmente a quienes de estas formaciones Sub 23 pueden llamar al momento de presentar sus listas. Y la verdad que de estas divisiones siempre hay material humano muy interesante. Comenzaré por citar un primer ejemplo: el arquero venezolano Wuilker Fariñez que la semana pasada vino atajando por Millonarios en la “Noche Blanquiazul” ante Alianza que lo ganaron 1-0 con solo 17 años debutó en la Copa América Centenario 2016.

Hace cuatro años que es titular inamovible del seleccionado de mayores- Justo en las Eliminatorias para Rusia 2018 el ‘9’ peruano Paolo Guerrero le hizo -para mí- uno de los mejores  goles de cabeza que he visto en mi vida, superado solo por el de Pelé (que fue un golazo en estado puro) a Italia en el Mundial de México 70 al extremo que el marcador italiano Burgnich que saltó con él diría después esta frase célebre: ““Saltamos juntos pero cuando yo estaba en la tierra, él seguía en el aire (…) Yo había pensado para darme ánimo: Pelé es de carne y hueso, como yo, pero estaba equivocado”. El otro gol que guardo en mi retina es el del camerunés Omam Biyick al meta argentino Néstor Fabri en el Mundial de Italia 90. Saltó tanto Biyick que el defensa Roberto Sensini que quedó junto a él, su cabeza llegaba a la altura de la rodilla del negro africano. En el de Paolo a Fariñez el ‘9’ se ‘arqueó’ tanto en un córner y en plena altura sacó un cabezazo alto y al ángulo de esos que Humberto Martínez Morosini gritaba “al rincón de los recuerdos’.

Aterrizo, de nuevo, en lo que fue el partido de este último sábado con victoria peruana que lo lleva su compromiso con Uruguay este martes esperanzado en esa recuperación anímica y de buen fútbol, hay que decirlo, que hizo cuando se vio perdiendo 0-2 con los de Marcucci. En el pensamiento de Gareca y en los apuntes de Santín deben figurar más de un nombre de esta Sub 23. A mi particularmente me gustó el delantero Sebastián Gonzales. Ya el año pasado le vi anotando goles en Sport Boys (¡lo han dejado ir al Alianza Lima!) Alto, corpulento, va bien en los espacios, llega al área y tiene hambre de gol como que sin siquiera tener un minuto en la cancha ya había convertido dejando la cuenta 1-2. Sebastián había reemplazado al hijo de Percy Olivares, Cristofer ¿seguirá como titular?  ¡Vamos Ñol con Gonzales y Concha tu equipo fue otro!

En ese repaso de estadísticas, de aciertos y errores peruanos me quedó la esperanza de que a esta Sub 23 hay que seguirla viendo más a fondo. Muchas fallas defensivas, seguimos sufriendo en el juego aéreo. El primer gol paraguayo (de Salcedo, prácticamente saltó solo para un frentazo bien colocado) y en el segundo perdimos la pelota en forma inocente y Díaz no perdonó. Dos goles en dos minutos. No se pueden repetir. Pero luego vino la reacción y eso es bueno como buenas deben ser las conclusiones que seguirá sumando Gareca para un mercado futbolístico como el nuestro donde no hay mucho qué escoger y siempre va a seguir dependiendo de los que vengan de afuera.

Fotos: Prensa FPF

 

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