Mientras las FARC allanan el camino para la entrega de armas y el presidente, Juan Manuel Santos, viajaba a Noruega para recibir el Premio Nobel de la Paz, el exmandatario Álvaro Uribe enrumbó a Estados Unidos para poner en marcha su última jugada contra el Acuerdo de Paz entre los sectores más reaccionarios,
Durante los cuatro años en que las delegaciones del Gobierno y las Farc estuvieron dialogando en La Habana, Cuba, el exmandatario Álvaro Uribe, líder del ultraderechista Centro Democrático, que no tiene nada de centro ni de democrático, encabezó su campaña contra el Acuerdo de Paz más allá de las fronteras.
No tuvo mejor idea que recurrir a los halcones más furibundos del Partido Republicano para obtener apoyo de los sectores conservadores aprovechando la victoria de Donald Trump, lo que la prensa estadounidense puso al descubierto.
En torno a la polarización que se generó, varios medios de comunicación de otros países habían definido su posición respecto al proceso de paz y precisamente la prensa de Estados Unidos fue una de las que más tocaron el tema.
‘The New York Times editorializó que, debido al triunfo del ‘NO’ en el plebiscito que pretendía refrendar el Acuerdo Final de Paz, el presidente Santos atraviesa por un momento difícil y decisivo.
Y en esa etapa, resaltó que el senador del Centro Democrático es el principal obstáculo para ponerle fin a la guerra y, en palabras del diario es “el hombre que bloquea la paz en Colombia”.
Respecto al papel actual de Álvaro Uribe, el diario también es claro: propone alternativas para renegociar la paz que terminan por ser “irrealistas” y señala que si retorna la lucha armada al territorio, “Uribe sería el principal culpable”.
Desde la otra orilla, el Wall Street Journal, uno de los pocos diarios que critica los diálogos de paz, no celebró el Nobel que le fue otorgado a Juan Manuel Santos el pasado 7 de octubre, arremetió contra el galardón y , aunque parezca infantil, señaló que Uribe era quien verdaderamente lo merecía.
“En Colombia, el hombre que sí merece el premio es el presidente Álvaro Uribe, cuya campaña contra las Farc volvió más segura la vida para millones de colombianos. Esa es una lección perdida en las almas bien intencionadas en Oslo que pretenden que la paz que ellos disfrutan ha sido ganada por la buena voluntad por sí sola”, sostiene el editorial.
El Wall Street Journal asegura que los colombianos desean derrotar al grupo guerrillero y no alcanzar un trato con el mismo debido a que el Acuerdo de Paz es “cercano a la impunidad”, la misma hipòtesis sw Uribe
“La verdad de que la paz y la libertad necesitan ser luchadas ha sido ignorada por el Comité del Nobel durante mucho tiempo, prefiriendo, por otro lado, honrar a los fabricantes de gestos vacíos alrededor del mundo”, resalta el diario.
Rudy Giuliani
En este contexto Álvaro Uribe viajó a Estados Unidos para fortalecer sus contactos entre los republicanos, donde figuraba en primera línea el carismático ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, a quien se voceaba en ese entonces como el futuro Secretario de Estado, con lo que el tema de las FARC podría quedar en el limbo- Un apoyo que se esfumó
También fue mencionado para convertirse en titular de la Dirección Nacional de Inteligencia y, previamente, como posible fiscal general.
No obstante el ex alcalde estuvo bajo escrutinio de la prensa por negocios que hubieran representado conflictos de intereses lo que lo habría obligado a mantenerse al margen,de acuerdo a los analistas estadunidenses.
De la noche a la mañana, Rudy Giuliani, quedó fuera de estos proyectos, con lo que el inefable Álvaro Uribe quedó con los crespos hechos, de que el mismo Donald Trump se encargase de poner las cosas en su sitio.
“Rudy hubiese sido un destacado miembro del gabinete en varios roles, pero lo respeto totalmente y comprendo sus razones para permanecer en el sector privado”, dijo el presidente electo dejándolo como uno de los vicepresidentes del equipo de transición, encabezado por el Vicepresidente electo, Mike Pence.
Bernie Aronson
Durante la campaña electoral , Álvaro Uribe cuestionó unos supuestos intereses económicos delenviado especial de Estados Unidos para el proceso de paz, Bernie Aronsonde Aronson en zonas de control de las Farc.
El líder del Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez, lo acusó de tener intereses económicos en Colombia que lo estarían llevando a respaldar un proceso de paz “de total impunidad”.
“Ignora el señor Aronson las trampas del Plebiscito: bajaron el umbral electoral del 50% al 13%; solamente permiten una pregunta ante temas tan diferentes como el apoyo a la paz que muchos acompañarían con un rechazo a la impunidad total”, señaló Uribe en un comunicado.
Al tiempo que cuestiona, sin dar mayor respuesta: “¿Qué intereses comerciales ha tenido o tiene el señor Aronson en compañías que han sido concesionarias para explotar recursos naturales de Colombia en zonas que volvieron al dominio de Farc, o vinculadas a la industria del café con socios cercanos al Presidente de la República?”, se preguntó.
“Tengo profundo respeto, admiración y gratitud por los Estados Unidos, sin embargo, la participación del señor Bernie Aronson en las conversaciones de La Habana me obligan a estos comentarios”, enfatizó.,
“El señor Aronson ha repetido que Simón Trinidad, extraditado por nuestro Gobierno, cumplirá su sentencia en la cárcel de los Estados Unidos por delitos de secuestro y narcotráfico. Sin embargo, el señor Aronson favorece la total impunidad, que no vayan un solo día a la cárcel, y la elegibilidad política de los cabecillas de Farc, incursos en los mismos delitos, fue otro de sus argumentos.
Andrés Felipe Arias
En estas lides en Estados Unido, Álvaro Uribe, intervino para evitar que el exministro de Agricultura Andrés Felipe Arias, fuese extraditado a Colombia y envió una declaración al Tribunal Federal de Miami para salir en defensa de su ex hombre de confianza.
Tras presentarse como senador argumentó que entre Colombia y Estados Unidos no hay un tratado de extradición vigente. Sin embargo, destacó que este procedimiento judicial “ha sido muy importante en la lucha común contra el narcoterrorismo” y que en su administración fueron extraditadas cerca de 1.200 personas dedicadas al narcotráfico.
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En su declaración también dijo que “Colombia no reconoce el tratado como válido porque no fue ratificado, como lo explicó el Tribunal Supremo de Justicia”. Y explicó que como Colombia “nunca promulgó los ‘instrumentos de ratificación’, los documentos intercambiados en 1982 no tienen ningún efecto”.
Además aseguró que como el tratado de extradición no está en vigor, lo que sucede actualmente con el exministro Arias es la posición oficial del gobierno nacional, es decir, que es un perseguido político, como lo han señalado desde su captura.
Y agregó: “Aunque los dos países envían personas al país solicitante, especialmente para combatir el narcotráfico, esto no se hace en virtud de un tratado”:
Finalmente, el exmandatario solicitó al tribunal aceptar su declaración en nombre de Arias y aseguró que si esa honorable corte requería información adicional, él “estaría más que feliz de brindarla”.
El fiscal que llevó el caso del exministro ha sustentado que aunque el tratado no ha sido ratificado, la extradición es válida porque ninguna de las dos partes –Colombia y Estados Unidos- ha renunciado al acuerdo.
Finalmente el el juez federal John O’Sullivan concedió la libertad bajo fianza de 100.000 dólares a Andrés Felipe Ariasy si viola las condiciones de su libertad deberá pagar un millón de dólares, de acuerdo al dictamen.
Según dijo a la salida el abogado Marcel Felipe, del equipo que representa a Arias, el juez se inclinó por la tesis de que efectivamente él no puede intervenir en el caso, pero “quiso dar el beneficio de la duda al Gobierno colombiano”, representado por la Fiscalía, y le otorgó dos semanas adicionales para probar que sí está efectivo.
.El juez O’Sullivan debe pronunciarse al respecto, pero antes de hacerlo ya ha abierto las puertas a la libertad de Arias, quien reside en Miami desde 2014 y fue detenido en agosto pasado en razón de la solicitud de extradición colombiana
.Arias fue condenado por la Corte Suprema de su país a más de 17 años de cárcel por delitos relacionados con el hecho de que unos subsidios para campesinos pobres terminasen en manos de grandes terratenientes cuando él era ministro de Agricultura.
Estos enjuagues revelan que Álvaro Uribe insistirá en su último pecado, recurrir a los sectores más reaccionarios de Estados Unidos para torpedear el Acuerdo de Paz que acordó el Congreso de Colombia, donde el ex mandatario se desempeña como senador.
Que basura de noticia, jajajaja hace parte del circo.
No es posible tener en el congreso colombiano a violadores y narcoterroristas de las Farc que han cometido igual o peor delito de Rafael Uribe Noguera de esa magnitud y proporciones son los delitos de los amigos de la Habana