Las tarjetas de crédito y las deudas impagables

 

Las tarjetas de crédito son cada vez más populares en el Perú. Según fuentes de la Asociación de Bancos del Perú cada día se emiten 1,500 nuevas tarjetas de crédito. Esto hace aproximadamente 36 mil tarjetas al mes y más de 430,000 al año. Estas cifras nos dan una idea de la importancia que van adquiriendo en la economía.

Le recomendamos en primer lugar al elegir una tarjeta de crédito debemos hacer comparaciones y decidirnos por aquella que nos cobre menos intereses. Nos podrán decir que a veces nos hacen ofertas y nos dicen que debemos elegir en el momento porque ya no habrá otra oportunidad. Entendamos que ese es un recurso para vender y recordemos que lo mejor es saber las condiciones antes de decidirse.

Las tarjetas de crédito nos salvan de situaciones temporales de falta de dinero y nos permiten hacer compras en toda clase de establecimientos. Pero hay que ser precavido. Debemos endeudarnos solo lo suficiente para salvar la situación y de ser posible pagar el mismo mes para evitar la acumulación de intereses.

Usemos la tarjeta concientemente y no para consumos superfluos que los dejaremos para cuando tengamos mejores ingresos. A veces nos encontramos con personas que han usado toda su línea de crédito y cuando llega fin de mes no saben cómo hacer para pagar.

Dicen los especialistas que es recomendable no sacar dinero en efectivo con tarjeta de crédito, pues los intereses suelen ser bastante altos.

Como en todo orden de cosas. Con la tarjeta hay que racionalizar los gastos. Esa expresión criolla de “reventar” la tarjeta consumiendo todo el monto y pidiendo crédito adicional es verdaderamente una locura. Una locura temporal que se pagará muy caro. Y no cabe que la persona diga mejor no pago, ya lo haré más adelante porque después su deuda crecerá como la espuma.

Si tiene ingresos estables puede comprometerse con una tarjeta y ser razonable con sus gastos, pero si sus ingresos son limitados y no tiene seguridad económica mejor rompa la tarjeta.

No hay prisión por deuda, pero sí un problema de intereses que se irán acumulando día tras día que luego no podrán pagarse. Para qué gastar si no tendremos con qué pagar. ¿No les parece?.

 

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